El verano es sinónimo de mucho más que playa. Descansar es sinónimo de mucho más que dejar de aprender. Por eso, una semana más, queremos darte información que, si te apasiona el mundo de la animación, seguro que no quieres perderte. Hablamos de animación ‘retro’ (aunque sin ser estrictos), de la mano de Samuel Viñolo, coordinador académico del Grado en Animación de U-tad. ¡Toma nota!
Un estilo muy interesante dentro de la animación, y que mucha gente puede interpretar como “retro” hoy en día, es el de la animación limitada popularizada por compañías como UPA Studios o Hanna-Barbera durante las décadas de 1950 y 1960. Este tipo de animación tuvo un revival a partir de la década de 1990 en muchas series de televisión creadas por Cartoon Network o Nickelodeon.
Hagamos un repaso de las claves que lo caracterizan, algunas de sus obras más interesantes, y su influencia en la animación contemporánea:
A mediados del siglo XX, el influjo del arte de las vanguardias, en especial del arte abstracto, llevó al desarrollo de una estética de estilo ecléctico conocida como «estilo moderno” en los Estados Unidos. Esta tendía a utilizar formas abstractas u orgánicas, formas escultóricas, colores llamativos, y una sensibilidad cercana al diseño gráfico y las líneas limpias y funcionales promovidas por la escuela europea Bauhaus entre 1920 y 1930.
Esta penetración de las tendencias vanguardistas en la animación estadounidense fue gradual, apareciendo primero en algunos cortometrajes dirigidos por Chuck Jones para el estudio Warner Bros junto a los artistas John McGrew, Eugene Fleury y Bernyce Polifka, como como The Aristo-Cat (1943) y Wackicki Wabbit (1943). Más tarde junto al diseñador de fondos Maurice Noble que trabajó con Jones en la década de 1950, en cortometrajes clásicos como Duck Amuck (1953) y What’s Opera Doc? (1957).
En estos cortos, por primera vez, la forma y el color de los fondos se convierten en elementos fundamentales de las historias. Un libro fabuloso para saber más sobre estos artistas y su paso por Warner Bros es The Noble Approach: Maurice Noble and the Zen of Animation Design.
Sin embargo, la empresa clave para entender el estilo de animación que caracteriza la década de 1950 es UPA Studio. El estudio se forma tras la Segunda Guerra Mundial por muchos artistas que estaban descontentos con los métodos de trabajo de otras empresas de animación estadounidense, en concreto con el estudio Disney.
Una característica es que estos artistas estaban muy interesados en utilizar los principios del arte de vanguardias en la animación, lo que hace que las animaciones de UPA Studio sean muy innovadoras en muchos aspectos. Un ejemplo es el hecho de evitar utilizar animales antropomórficos como protagonistas, el uso de un humor más adulto, el uso de animación limitada y la importancia que cobra el diseño gráfico, los colores, las texturas y la estilización de las formas en todas sus creaciones.
Entre sus personajes más populares destacan Mr. Magoo y Gerald McBoing Boing, de los cuales se hicieron una gran cantidad de cortometrajes y llegaron a contar con sus propias series de televisión. Algunas de las películas más aclamadas de UPA son adaptaciones de clásicos bien conocidos e incluyen Madeline (1952), Rooty Toot Toot (1952), Christopher Crumpet (1953), la adaptación de cuento de Poe El corazón delator (The Tell Tale Heart) (1953), que fue una de las primeras películas de terror animadas, y A Unicorn in the Garden (1953).
UPA también fue pionero a la hora de crear animación publicitaria, así como para televisión con el programa The Boing-Boing Show (1956-1957), que estaba presentado por el famoso personaje de UPA y era una mezcla de material ya creado previamente por el estudio, cortometrajes y pequeñas piezas de animación en un formato de media hora.
A pesar de la mala audiencia que llevó a su cancelación tras una temporada, The Boing- Boing Show se convirtió en un programa muy influyente por su uso novedoso de la animación para televisión. En total, el estudio hizo noventa cortometrajes para Columbia, numerosas películas educativas y promocionales, y cientos de anuncios de televisión.
Debido al prestigio internacional del estudio a finales de la década de 1950, el estilo de UPA tuvo una gran influencia en otros estudios de animación de todo el mundo, especialmente en la producción de publicidad animada, con ejemplos tan interesantes en España como la creada por Estudios Moro y Estudios Macián. Por otra parte, en la Europa del Este, toda la animación realizada en la antigua Yugoslavia por la llamada Escuela de Zagreb.
La enorme influencia de UPA incluso es visible en algunas producciones de los estudios Walt Disney, como puede verse en los cortometrajes Toot, Whistle, Plunk and Boom (1953), el primer cortometraje de Disney en CinemaScope, y Pigs is Pigs (1954); así como en el largometraje 101 dálmatas (1961), aunque el estudio resistió la fiebre por la estética vanguardista que sacudió la animación internacional durante estas décadas.
Algunos libros que te servirán para entender mejor el estilo desarrollado por UPA son Cartoon Modern: Style and Design in Fifties Animation (descatalogado), Cartoon Vision: UPA Animation and Postwar Aesthetics y When Magoo Flew: The Rise and the Fallo f Animation Studio UPA.
Del aprecio a la denostación
Sin embargo, la animación limitada pasó de ser muy apreciada gracias a la experimentación en UPA Studio a ser denostada de forma universal por la forma en la que era utilizada por Hanna-Barbera y Filmation, dos de los estudios que mejor caracterizan la primera generación de animación para televisión.
Debido a que la televisión trabajaba con presupuestos mucho más bajos que el cine, y que sus tiempos de producción eran mucho más rápidos, las empresas que comenzaron a producir animación para televisión se vieron obligadas a adoptar la animación limitada como una forma de economizar costes. De esta forma, la animación para televisión estaba obligada a emplear menos dibujos, menos movimientos, más diálogos y más movimientos de cámara para compensar la animación fluida que era habitual en las salas de cine.
La primera producción de animación específicamente hecha para televisión fue Crusader Rabbit, producida en 1949 por Jay Ward Productions. La serie se emitió en las estaciones de la NBC (1949-1955). La animación era extremadamente limitada. De hecho, la gran mayoría de los episodios consistieron en dibujos, narrados por una voz en off. En los años siguientes, el estudio produjo otras series, como Rocky y sus amigos, más tarde popularizada con el nombre de The Bullwinkle Show.
Sin embargo, será el estudio Hanna-Barbera Productions, creado por William Hanna y Joseph Barbera en 1957, el que consolidará la animación para televisión con personajes como Huckleberry Hound Show (1958- 1962). También la sitcom Los Picapiedra (The Flintstones) (1960-1966), que fue la primera serie en emitirse en horario de máxima audiencia, The Yogi Bear Show (1961), The Jetsons (1962), Jonny Quest (1964) y Scooby-Doo (1969). Los Picapiedra es considerada una de las series animadas más exitosas de la historia, y ayudó a consolidar la posición de Hanna-Barbera en el campo de la producción de series animadas para televisión.
El estudio llegó a dominar internacionalmente la televisión infantil en décadas posteriores, aunque otros estudios que también alcanzarían un gran éxito con este estilo de animación limitada serían Children’s Television Workshop (CTW) con su famoso programa de televisión infantil Barrio Sésamo (Sesame Street), DePatie-Freleng Studio, con el personaje de la Pantera Rosa (1963), Bill Meléndez Productions con los especiales de televisión de Charlie Brown (1964), o Filmation, con las series de Superman (1966-1970) y Batman (1968-1969).
El estilo moderno tuvo un revival en la década de 1990 con la aparición de Cartoon Network, que reactualizaron los principios desarrollados por UPA y la animación limitada en series como Johnny Bravo (1997) o The Powerpuff Girls (1998), así como con la popularización de las primeras web series realizadas con animación Flash, que recuperaba muchos de estos principios de animación limitada, con ejemplos en nuestro país como Cálico Electrónico (2004).
Por último, un ejemplo reciente de largometraje influido por la estética de la animación de 1950 son las dos partes de Los increíbles (2004-2018), dirigidas por Brad Bird para Pixar Animation Studios.