Esta semana nuestros alumni de másteres de videojuegos nos han dado otro alegrón ganando cinco premios en la ‘Demium Game JamOn’, evento que tuvo lugar coordinado con centenares de puntos a nivel nacional y mundial, impulsados por la ‘Global Game JamOn’.
La competición tuvo lugar este fin de semana y nuestros chicos se llevaron el Premio al Mejor Pitch (votación de los participantes), al Mejor Arte Para el Público (votos del público en Twitter), al Mejor User Experience & Game Feel (entregado por UXER School), al Mejor Game Design (por el Observatorio del Videojuego y de la Animación) y el Mejor Juego Móvil (por Demium Games). Cualquier evento les sirve de excusa para poner en evidencia su destreza y conocimiento, sus ganas de superación y su excelente trabajo en equipo. Una vez más: ¡enhorabuena, cantera!
Enfrentarse al reto de desarrollar un videojuego en 48 horas engancha. No es la primera vez que lo hacen. Los diez integrantes del equipo que compitió en las instalaciones de Demium Games estaba formado en su mayoría por miembros de Berlin by Ten – estudio creador del premiado y varias veces nominado a galardones, ‘Disembodied’- y de Entropy Games – creadores de ‘Element 0’-. Antiguos alumnos de U-tad muchos de los cuales participaron en la pasada Game JamOn que se celebró en U-tad y que, motivados por la nostalgia, quisieron enfrentarse de nuevo a esta edición. Lee bien sus nombres porque no será la primera vez que lo hagas: Antonio Moreno, Ismael Romero, Uxia Doval, Antonio Sánchez, Gala M.García, Gustavo Alurralde, Santiago Barón, Adrián Garrido, Pablo Pla y Carlos López-Tello.
La idea sobre la que nuestros chicos tuvieron que crear un videojuego fue ‘transmission’, y se conoció al mismo tiempo en todas las sedes que participaban a nivel mundial en la competición. “Empezamos pensando en ideas locas, después decidimos basarnos más en mecánicas que en metáforas”, explica el diseñador Carlos López-Tello. Al final crearon un juego cooperativo para smartphone en el que una cosmonauta soviética trata de ponerse en contacto con la Tierra para hablar con su marido.
“La mecánica se basa en un juego cooperativo en el que dos jugadores tienen que cooperar para encontrar dos puntos escondidos en la pantalla”, añade López-Tello. Para ello deben arrastrar una bola que se mueve continuamente y colocarla sobre esos puntos invisibles. Para saber dónde se encuentran los mismos, entre las bolas de cada jugador hay una suerte de señal de radio, “como unas ondas”, por lo que cuando el jugador se acerca a los puntos invisibles las ondas cambian de color y las bolas se tranquilizan. “Eso te da la pista de que te estás acercando”.
Sobre esa idea usaron la historia de la cosmonauta soviética que había quedado atrapada en el espacio sin posibilidad de comunicarse con su marido en la Tierra. “Los dos jugadores tienen que hacer de técnicos, de encargados de arreglar la comunicación entre marido y mujer”, explica el diseñador. Cada vez que encuentran un punto escondido en la pantalla se consegue esa comunicación: pueden lanzarse un mensaje de texto el uno al otro. “Intentamos hacerlo en clave de humor tragicómico”. Por cierto, AQUÍ puedes descargar su juego, Kosmonaut y probarlo tú mism@.
Gala M. García, desarrolladora e integrante del grupo que participó en el hackathon reconoce que, al haber asistido a competiciones similares con anterioridad, quiso tomarse esta “con más filosofía e intentar descansar más”. Explica que, dada también esa experiencia, el equipo decidió hacer un juego más simple para acabarlo en dos días. Aunque “no pudimos llegar a hacer todo lo que nos habíamos propuesto al menos se podía jugar”, explica.
El diseñador asegura que la experiencia de la última Game JamOn de U-tad fue tan “positiva y enriquecedora” que decidieron repetir. “También queríamos ir como grupo, como ‘Disembodied’, ya sabiendo que entre nosotros nos conocemos, sabemos cómo funcionamos y hemos aprendido a trabajar en equipo, hay muy buena dinámica entre nosotros, nos escuchamos, trabajamos con ganas y estamos motivados. Era bonito aceptar el reto con la gente con la que tienes más confianza. Es una manera de ponernos a prueba”, declara.
Para M. García participar en algo así supone compartir algo en común con otras personas. “Aunque es competición también es algo sano porque vas a hacer tu juego, te centras en eso y conoces a gente que tiene tus mismas inquietudes, es muy enriquecedor”, dice. Para ella las horas de sueño perdidas merecen la pena: una contrarreloj nunca es fácil si quieres ganar todo el tiempo posible para crear un producto de calidad.
Ambos reconocen haberse sorprendido de que su trabajo gustara tanto. “Yo personalmente era bastante pesimista y cuando empezaron a nombrarnos nos sorprendimos. Estábamos agotados, se notaba la falta de horas, pero cuando los asistentes lo probaron nos dieron sus impresiones, nos dijeron lo que mejorarían, vimos que les gustaba”, dice la programadora. Entre los miembros del jurado había profesionales de Demium Games, Videogames Army, Nivel Oculto, Indie Mad y Global Games Jam.
“No esperábamos ese recibimiento. Nos dieron algunos premios tan importantes como el Mejor Diseño o el Mejor UX, que son muy valiosos. Nos llevamos dos jamones de verdad y cuatro de peluche”, dice el diseñador. López-Tello recuerda específicamente el discurso de presentación del juego. “Hicimos una presentación de pitch sin gameplay, así que no pudimos mostrar el juego, pero yo interpreté el papel de un sargento, hice saludo militar, puse las manos en la espalda y voz muy seria, quedó simpático”, añade.
Lo cierto es que este triunfo es solo uno más de los que ya llevan los videojuegos nacidos en las aulas de U-tad del pasado curso: PlayStation Awards, Fun&Serious, GamingFest… También de los que están por venir: el próximo mes de marzo tanto Berlin by Ten como Therion Games participarán como finalistas en el SXSW de Austin (Texas), el evento creativo más infuyente del mundo; y concretamente en la ‘Pitch Competition’. Esperamos contar sus próximos éxitos muy pronto. ¡Suerte, cantera!