Javier A. Madrigal Montilla y Álvaro Ruíz-Olivares Jara, de 21 y 20 años respectivamente, comenzaron a estudiar el Grado en Animación el curso 2020/21. A pesar de su reciente incorporación a U-tad, ya han desarrollado un cortometraje titulado ‘5 Dollars and a Bag of Apples’, basado en la solidaridad, tema propuesto por el Villanueva Showing Festival para su 11 edición. En este certamen han ganado el Premio a la Mejor Sincronización Musical. Hablamos con ellos sobre su reciente premio y sobre todo lo que esperan de U-tad y de su carrera profesional.
Contadnos sobre vuestro cortometraje, por favor.
El Villanueva Showing Festival tiene cada año una temática diferente sobre la que tienes que elaborar el proyecto. Este año el tema era la solidaridad, por lo que desarrollamos el cortometraje en base a eso, desde el guion hasta su edición. Después de barajar varias ideas, decidimos desarrollar una que fuese simple y tuviera fondo, al igual que algo de originalidad. De este modo, decidimos contar varias historias diferentes pero conectadas de manera consecutiva, enseñando cómo un pequeño gesto puede evolucionar de manera que afecte a más de una persona. Si queréis verlo entero (dura cerca de 4 minutos), estos son los enlaces de Facebook y de Instagram.
¿Por qué decidisteis presentaros al Villanueva Showing Festival?
Fue algo repentino, la verdad. Javier y yo apenas nos habíamos conocido hace varias semanas al empezar las clases. Durante una conversación, al ver que a ambos nos gustaba hacer este tipo de proyectos, le dije a Javier: “si alguna vez te apetece hacer algo, avísame, estoy abierto a nuevos proyectos”. A los pocos días él encontró el festival en Instagram, y vio que estaban abriendo el plazo para hacer y enviar cortometrajes, de modo que me lo comentó y nos pusimos a ello. Pensamos en varias historias, reunimos un equipo, y al cabo de unas cuantas semanas estábamos grabando.
Ante todo vimos una oportunidad de hacer algo más fuera. Grabar algo por nuestra cuenta, conseguir algo de experiencia y pasar un buen rato. Teníamos ganas de desarrollar un proyecto, y este festival se presentó como una oportunidad perfecta para ello.
Ganasteis el premio a la Mejor Sincronización Musical. ¿Qué destacaba en vuestro proyecto para ganar en esta categoría?
Dado que este festival se presenta como “los Goya universitarios”, está enfocado a gente joven, de entre 14 y 25 años, gente que por lo general tiene pocos recursos para realizar un cortometraje, de modo que nos ofrecen algunas ayudas. La más destacable de estas era una tarifa plana de Music Library & Sound FX, cuyo precio suele ser de unos 350 euros. De modo que podíamos escoger música y efectos de su biblioteca para nuestro corto de manera gratuita. Por lo tanto, esta categoría está dedicada al uso de esta biblioteca, su importancia dentro del cortometraje, las pistas elegidas y demás.
Nosotros elegimos únicamente una pista, de todas las que tenían. Esto lo hicimos por el papel que queríamos que jugara la música en la historia, y ese era el papel del narrador. El primer plano del corto, donde se presenta el título, es el plano de una batería y una persona sin rostro reconocible, que se sienta y coge las baquetas. En cuanto se dispone a tocar, entra la historia.
A lo largo de esta, la pista, que es una pieza tocada a base de instrumentos de percusión (principalmente la batería), va marcando el ritmo de la historia, acompañándola, reforzando los momentos clave, atenuándose en los menos importantes o para realzar las voces de los personajes. Así, poco a poco, la batería va contándonos la historia, a la vez que crea un ritmo, que acompañado con la edición ayuda a llevarnos de una historia a otra. Al final, alcanza el clímax y cierra, con un último plano de la batería, que da por finalizada la historia y da paso a los créditos.
Creo que es su función como narrador, a la vez que el ritmo que acompaña a los personajes, lo que la ha hecho destacar algo más de lo habitual.
¿Queréis seguir recorriendo este camino con este proyecto? ¿Hasta dónde os gustaría llegar?
En realidad no. La verdad es que al restringirnos tanto el festival (tema solidario, prohibido el uso de imágenes, mensajes o lenguaje adulto, etc.), lo hemos visto como una oportunidad de hacer algo “fuera de la zona de confort”, dedicado únicamente a este festival. Es muy concreto, hecho específicamente con el fin de presentarlo al Villanueva, y por eso no nos hemos planteado llevarlo más allá.
Personalmente, prefiero dejar eso y empezar proyectos nuevos, escribirlos, grabarlos, moverlos por festivales o similar, y volver a empezar. Probando nuevas historias, temáticas y estilos.
¿Cómo veis vuestro futuro profesional?
Álvaro: actualmente estoy estudiando Animación. En este ámbito me inclino por el 3D y los efectos especiales más que otras ramas. Sin embargo, lo que más me gusta es escribir. Me apasiona escribir guiones, crear historias de cero, inventar mundos, personajes, las relaciones entre estos… Hoy por hoy es lo que más disfruto, y una de las cosas a las que más tiempo dedico en mi tiempo libre. Por lo que, por supuesto, esa sería mi salida profesional ideal. En cuanto a si me veo o no trabajando en esto en un futuro, tengo que decir que sí, la verdad. No solo escribiendo. Estar detrás de una cámara es otra historia. Tengo que admitir que también me encanta pasar la historia del guion a la pantalla. Es algo que disfruto mucho haciendo pese a tener menos experiencia. Esto no se limita, por supuesto, a una cámara física, ya que la animación es uno de mis campos favoritos dentro del cine, y uno que quiero mantener cerca.
Javier: Siempre me ha encantado el cine, es mi medio preferido para ver y contar historias. El más personal, a pesar de involucrar a tantísima gente importante para su ejecución. El más expresivo y tangible, a pesar de sostenerse todo tras la mentira más bonita del mundo, la magia del cine.
Es por eso por lo que cuando la posibilidad de estudiar algo que me permitiera trabajar en este mundo se presentó, no me lo podía creer. Para mi yo de 15 años dedicarse al cine era como ser un futbolista famoso o un superhéroe, así que rápidamente me libré de la carga de estudiar una “carrera con futuro”, y pude empezar a estudiar algo que realmente amaba.
En el futuro me veo en este mundo, no puedo decir trabajando, pero solo porque no puedo considerar hacer algo que me gusta tanto como un trabajo. Vale, ahora una genial quote para acabar: “Filmmaking only brings suffering, I can’t believe I actually want to do another one” (H. Miyazaki).
En las fotos aparecen Fernando Leyra (actor del corto), Álvaro, Javier y Esteban Varón (coautor del corto, aunque no estudia en U-tad).
