El diseño de producto phygital está cambiando la forma en la que entendemos los objetos del día a día. Ya no es suficiente con que algo sea bonito o funcional: cada vez más productos combinan lo tangible con servicios, datos y experiencias digitales.
Hablamos de productos híbridos físicos y digitales como un reloj que no sólo da la hora, sino que analiza tu sueño; una lámpara que se controla desde el móvil; o un envase que se convierte en una experiencia interactiva en realidad aumentada. Son ejemplos claros de cómo lo físico y lo digital se mezclan en un mismo diseño.
En este artículo vamos a ver qué es exactamente el diseño de producto phygital, cómo se construyen estas experiencias a través del prototipado 3D, la fabricación digital y la integración electrónica en productos, y cómo una formación como la de U-tad te prepara para liderar la innovación en diseño de producto con una visión tecnológica, humana y sostenible.
Qué es el diseño de producto phygital.
El diseño de producto phygital consiste en crear objetos físicos que están profundamente conectados con servicios y contenidos digitales. No se trata sólo de añadir un código QR o una app “de acompañamiento”, sino de concebir el producto como un sistema completo.
En este enfoque, el/la diseñador/a piensa a la vez en:
La forma física del objeto: proporciones, materiales, ergonomía, resistencia, sostenibilidad aplicada al diseño.
La dimensión digital: qué datos genera, qué servicios ofrece, cómo se conecta, qué interfaz utiliza.
La experiencia de usuario en productos: qué siente, entiende y espera la persona en cada punto del recorrido, desde que descubre el producto hasta que lo integra en su rutina.
Por eso el diseño de producto phygital encaja muy bien con un diseño industrial tecnológico: une la visión clásica del diseño de producto con conocimientos de tecnología, interacción y experiencia de usuario.
Ejemplos de productos híbridos físicos y digitales, ¿los conoces?
Los wearables inteligentes son uno de los mejores ejemplos de diseño de producto phygital: relojes, pulseras, gafas deportivas, anillos o incluso prendas de ropa que miden tu actividad, tus constantes y tus hábitos.
El objeto físico debe ser cómodo, resistente al uso diario, agradable al tacto.
La parte digital se encarga de mostrar los datos, enviar alertas, generar informes y proponer mejoras.
Aquí el éxito depende tanto del diseño y la integración electrónica en productos (sensores, baterías, placas) como de la calidad de la app y de la experiencia de usuario en productos: si la interfaz es un caos, el wearable acaba en un cajón.
Escritorios que ajustan su altura automáticamente según tu postura.
Sillas que miden cuánto tiempo pasas sentado.
Lámparas que regulan intensidad y temperatura de color según la hora del día.
Este tipo de productos requieren un trabajo de diseño industrial tecnológico: estructuras físicas bien pensadas, sensores integrados, sistemas de conexión y una interfaz sencilla (app, panel táctil, control por voz…).
Del concepto a la experiencia: prototipado 3D, fabricación digital y sostenibilidad
- En el diseño de producto phygital el punto de partida no es el objeto, sino la persona y su contexto. Primero se define qué problema se resuelve, qué parte de la solución tiene sentido que sea física y cuál digital, y cómo será la experiencia de usuario en productos que viven en ambos mundos. De ese análisis nacen los journeys y los escenarios de uso que guían todo el proyecto.
- A partir de ahí se da forma al sistema: se decide cómo se ve, cómo se usa y qué datos genera. Mientras se esboza el producto físico, también se imagina su capa digital: app, interfaz o servicio conectado. Es un trabajo muy cercano al diseño industrial tecnológico, donde forma, función y narrativa se piensan como un todo. En paralelo, se planifica la integración electrónica en productos: sensores, placas, baterías y conectividad se colocan de forma estratégica para no estorbar a la ergonomía ni a la estética.
- Aquí el prototipado 3D y la fabricación digital (impresión 3D, corte láser, CNC…) son el taller donde realmente nacen las ideas. Ver el objeto en la mano permite ajustar proporciones, agarres, botones o zonas táctiles en cuestión de horas. Se construyen múltiples versiones, se testean con usuarios reales y se corrigen decisiones antes de que el proyecto sea caro de modificar. Este ciclo rápido de prueba y error es la base de la innovación en diseño de producto, especialmente en productos híbridos físicos y digitales como wearables, mobiliario conectado o dispositivos para el hogar.
Diseñar hoy los productos del mañana con U-tad:
Si te imaginas trabajando en este tipo de proyectos, es fácil visualizar el entorno:
Durante el grado no te quedas en la teoría: conviertes ideas en prototipos físicos desde el primer momento en el Project Center experimentas con nuestras impresoras 3D, entiendes cómo se construye un producto phygital de principio a fin y trabajas en proyectos compartidos con otras áreas del campus, como programación, arte o data. Este entorno multidisciplinar se parece mucho al de las empresas, por eso para «adelataros» al entorno laboral colaboramos con empresas en proyectos reales.
En un mundo en el que casi todo tiende a ser conectable, actualizable y medible, el gran reto está en diseñar soluciones que sigan siendo humanas, comprensibles y sostenibles. El diseño de producto phygital va justo de eso: de usar la tecnología con sentido y de crear objetos que, más que cosas, sean relaciones entre personas y sistemas.
Formarte en U-tad es una forma de empezar hoy a diseñar los productos del mañana, con las herramientas, la mentalidad y los proyectos que te acercan a la realidad de la industria desde el primer día.
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