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Eduardo Sáenz de Cabezón: “La palabra ‘matemáticas’ no debe hacer que nos sintamos estúpidos sino potentes”

Eduardo Sáenz de Cabezón es uno de los divulgadores de matemáticas más reconocidos en España. Doctor en matemáticas, profesor, y divulgador de prestigio, contagia su pasión por lo que él denomina, “el lenguaje de las ciencias”. Es autor del canal de YouTube ‘Derivando’, presenta el programa de divulgación científica ‘Órbita Laika’, y en U-tad este mes de noviembre tendremos la oportunidad de disfrutar de sus conocimientos. Entre sus enseñanzas, una rotunda: «cometemos el error de plantear las matemáticas como un mundo aislado que solo se relaciona con él mismo”. La clave del éxito de esta rama científica está, precisamente, en verla como algo relacionado con todo lo que nos rodea.

Hace algunos meses tuvimos la oportunidad de conocerle en persona y disfrutar de una conferencia impartida por él en el salón de actos de U-tad, con la que nos contagió su pasión por las matemáticas. Este mes de noviembre vuelve a nuestro Campus para impartir una master class sobre las propiedades emergentes y sobre cómo podemos usar las matemáticas para detectar y, tal vez, corregir sistemas en los que no siempre la unión hace la fuerza.

¿Te apasionan las matemáticas? ¿Eres de los que nunca han logrado entenderlas? ¿Te gustaría perderles el miedo y entender su esencia? Entonces sigue leyendo y empápate de todo lo que las matemáticas pueden hacer por ti. Nos lo explica Eduardo Sáenz de Cabezón en las siguientes líneas ?

¿Cómo comenzaste en el mundo de las matemáticas?

Hay varias razones que se mezclan en direcciones que, en principio, parecen divergentes, pero luego convergen. Cuando estuve en el instituto las matemáticas me fueron bien, me gustaban, pero de la misma manera en que me gustaba el deporte o la literatura. Mis profesores eran y son muy buenos matemáticos. Los dos han hecho una tesis doctoral después de jubilarse y sigo consultándoles cosas tantos años después.

Además, hicieron algo positivo: quitarnos el miedo a los exámenes de matemáticas. Nos hicieron aprender que uno puede fallar, nos quitaron la presión de pensar que solo se nos iba a juzgar el día del examen, y esto ayudaba mucho. Si hacíamos un examen y suspendía la mitad de la clase, no pasaba nada, lo repetíamos. Esto hacía que fuéramos más relajados y rindiéramos más.

En aquella época – y esto tiene mucho que ver con lo que se hace en U-tad – yo tenía un Spectrum con el que, junto a mis compañeros, programábamos. Las clases de informática nos las daba un profesor de matemáticas que nos enseñó a programar en Basic, y me gustó. No existía una carrera de informática como las de ahora, pero sí de matemáticas, así que decidí ir con ella.

Cuando empecé la carrera entendí en qué consisten las matemáticas. Vi el pensamiento abstracto de las mismas y dije: aquí me quedo yo. Me decidí por esas matemáticas más abstractas. Finalmente, mi trabajo en investigación es sobre álgebra computacional: hago matemática abstracta, pero desde un punto de vista computacional. Se trata en parte de entender ‘las tripas’ de las matemáticas para que un ordenador pueda jugar con eso, pueda calcular con objetos matemáticos abstractos.

 

¿Qué significan para ti las matemáticas?

Es algo que conecta directamente con el ser humano. Nuestra forma de estar en el mundo y de relacionarnos con los demás tiene muchas facetas, y una es la científica. Dentro de la faceta científica las matemáticas están detrás del acercamiento a la realidad en cuanto queremos medir, contar y ordenar, cuantificar las cosas, detectar patrones, predecir o acercarnos de manera amplia a la realidad. Los humanos nos acercamos a la realidad así, con matemáticas. Tratamos de sobrevivir en esa realidad, y para eso necesitamos unas nociones matemáticas que compartimos con otros seres vivos. Como, además, nosotros somos conscientes de lo que hacemos, usamos estas habilidades básicas para relacionarnos con el mundo, para tratar de estar mejor en él.

 

¿Crees que puede ser beneficioso que hoy en día alguien se forme en una ingeniería del software y en matemáticas al mismo tiempo?

Sí, es un perfil profesional muy demandado ahora mismo. Además, te da una visión aplicada a un tipo de pensamiento basado en resolución de problemas prácticos (que es un poco lo que te aporta la ingeniería del software). A su vez te ofrece una visión desde lo alto (que es lo que te aportan las matemáticas), una visión estructural de los problemas. Estos dos tipos de pensamientos conjugan muy bien y son muy necesarios.

 

Pero muchos jóvenes siguen huyendo de las matemáticas…

Es un ámbito que puede resultar difícil, pero también cometemos el error de plantear las matemáticas como un mundo aislado que solo se relaciona con él mismo. En la escuela las matemáticas se transmiten como algo que no tiene que ver con nada más, ni con las otras asignaturas ni con el mundo exterior. Entonces, cuando el único ámbito de aplicación de las mismas es la propia clase y cuesta como asignatura, ¿cómo me motivo yo para avanzar? ¿qué me aporta?

Creo que tenemos que hacernos ver a nosotros mismos que sí que nos aportan y permiten crecer, que sí tienen que ver con la vida cotidiana, y que son algo que nos ha permitido avanzar mucho a la humanidad. Las derivadas nos permiten medir cambios, y allá donde necesitamos medir un cambio de forma rigurosa las vamos a necesitar. Cualquier proceso vital es un cambio, por eso la física y la biología las utilizan. Si uno percibe ese tipo de pensamientos cuando está en la escuela se da cuenta de que esto interesa y forma parte de mi vida. De lo contrario, no deja de ser una lista de ejercicios. A mí me parece un reto ver que tengo unas reglas y saber cómo puedo utilizarlas para resolver un problema, pero a muchas personas eso no le gusta, por eso muchos alumnos se desmotivan.

 

¿Qué podríamos decirles a esos chicos que ahora mismo están en el colegio y que se pelean cada día con las matemáticas?

En realidad, a quien deberíamos decirle algo es al sistema. Decirle que no solo es suficiente aprender matemáticas, sino relacionarlas con el resto de nuestra vida y de las asignaturas que estudian. Esa es la clave. La cuestión está en profesores, alumnos, y en las casas también. Hay que naturalizar la conversación sobre las matemáticas. La palabra ‘matemáticas’ no debe hacer que nos sintamos estúpidos sino potentes.

 

Estamos en un momento en el que las matemáticas vuelven a ponerse de moda…

Ha cambiado un poco el punto de mira. Ahora las empresas de todo tipo – no solo tecnológicas- demandan un perfil técnico-científico inespecífico, un científico ‘de reserva’, mientras que antes sobre todo se demandaban ingenieros de telecomunicaciones y ahora se demandan matemáticos. Ahora la materia prima son los datos y algoritmos. El pensamiento que te generan las matemáticas unido a la posibilidad de capacitarte en conocimiento informático es algo ideal.

Las empresas se dan cuenta de que un matemático tiene la mente muy ordenada y es capaz de, con calma, dividir un problema en partes y saber cómo atacar cada una de ellas para solucionarlo.

 

Surgen empleos muy innovadores con algo de siempre como son las matemáticas. ¿algunos ejemplos?

Un matemático muchas veces trabaja en cosas que ni siquiera tienen que ver directamente con matemáticas ni con informática. A veces son cuestiones de distribución de tareas o de organización de equipos, por ejemplo. Hay empresas que necesitan gestionar los posicionamientos publicitarios, saber cómo deben abordar el equilibrio entre publicidad en papel, en digital o en periódicos… y esto al final se resuelve con matemáticas. También se necesita (ahora mucho más) para análisis de datos, optimización de procesos – que es algo que se demanda bastante actualmente y los matemáticos tienen mucho que aportar -, análisis de lo que hacen los usuarios en internet, etc.

 

¿Y por qué este boom?

En realidad, los matemáticos llevan siendo demandados desde hace tiempo. Lo que ocurre es que desde fuera siempre se ha tenido la percepción de que los matemáticos nos dedicamos a la enseñanza. Sin embargo, en el año 2000 la Real Sociedad Matemática Española hizo un estudio para saber a qué se dedicaban los matemáticos, y menos de un tercio trabajaban en enseñanza. La mayor parte lo hacía en el ámbito de la estadística y de la informática, etc.

En los últimos 10 años todo lo que tiene que ver con estadística e informática ha explotado, y es donde más se están demandando a los matemáticos. Además, se ha naturalizado la forma de hablar de las matemáticas, están más presentes en la conversación y eso hace que más gente se atreva con ellas. Todo esto ha contribuido a que ahora mismo la demanda sea tremenda entre quienes quieren estudiar matemáticas.

 

Te dedicas a investigación y a la comunicación de las matemáticas. ¿En qué momento decides que es necesario explicarle las matemáticas a la gente y por qué?

No es una decisión que tome. Yo estoy en mi labor habitual, con mis trabajos, la docencia, hago a veces charlas para gente de secundaria, y alguien me dice que hay un concurso de monólogos científicos. Así entro en el mundo de la divulgación científica y parece que por un lado hay demanda y por otro a la gente le va gustando mi manera de explicar, así que siento que puedo aportar una cierta forma de divulgar las matemáticas que conjuga varios ingredientes. Se trata de poder detectar qué temas son relevantes y pueden llegar a ser interesantes para la gente, ser capaces de detectar de qué forma pueden enganchar esos temas con la vida o intereses de las personas; y, por otro lado, ser capaces de hilarlos bien para poder saber dónde pueden estar las dificultades y así armar una explicación que pueda seguir todo el mundo y que a todo el mundo le pueda aportar algo.

 

¿Nos paramos a pensar en todo lo que nos rodea y que funciona o existe gracias a las matemáticas?

Los ámbitos de aplicaciones de las matemáticas son prácticamente todos. Hacemos matemáticas en cuanto cuantificamos cosas. Yo salgo a correr, analizo a qué ritmo voy a aguantar un tiempo determinado, y cuánto, calibro mis fuerzas y las mido. Estas habilidades básicas de poder medir, contar y ordenar cosas están detrás de casi cualquier actividad. Hay que ser conscientes de ello, hacerlo explícito, comprenderlo.

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