Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital

Así se hacen efectos visuales
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Los efectos visuales en Star Wars

Detrás de la magia de Star Wars se encuentra la empresa “Industrial Light and Magic (ILM)” fundada por George Lucas para el desarrollo de los VFX, y que es el tótem de esta industria. Es imposible imaginar cualquier producción de la saga Star Wars sin la presencia de los VFX. Es puro cine de espectáculo y palomitas que desde hace unos años también ha servido para cambiar el paradigma de la producción cinematográfica.

Gonzalo Martín, profesor en el Grado en Animación de U-tad y experto en efectos visuales, analiza el uso de esta técnica en cada una de sus tres trilogías, por fecha de estreno:

Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza: con su estreno en 1977, George Lucas estableció un nuevo paradigma cinematográfico en el que los VFX se convertían en un pilar básico de la producción, pues los espectadores quedaban atrapados en una historia fantástica gracias a la credibilidad de los efectos especiales capaces de trasladarnos a otros planetas. La tecnología digital comenzaba a dar sus primeros pasos presentándose en forma de sables láser y disparos de bláster. La mayoría de los VFX eran analógicos y se basaban en técnicas de mate paint, croma, maquetas y animaciones en forma de stop motion. La tecnología digital permitió crear también esos nostálgicos interfaces de la estrella de la muerte y de los visores de los cazas Tie y X, o esa imperecedera de las estrellas transformándose en líneas para iniciar los viajes interestelares.

Estas técnicas se mantuvieron en las dos siguientes producciones, si bien ya se avanzaba en la composición de elementos en postproducción permitiendo generar batallas espaciales con gran cantidad de naves, explosiones y disparos, como la que tiene lugar al final del Episodio VI: El retorno del Jedi.

Casi dos décadas más tarde, y gracias al avance de la tecnología que había permitido el desarrollo e integración de personajes y elementos CGI (generados por ordenador) en producciones con participación de ILM, se estrenaron los primeros episodios de la segunda trilogía.

George Lucas se dio cuenta del nivel alcanzado en VFX mientras se encargaba de la edición de la también mítica Jurasic Park. Así se embarcó en unas producciones más ambiciosas en las que todo gira en torno a los VFX. Las galaxias de Star Wars se expandían por el universo y la aparición de la tecnología digital venía a marcar un punto de inflexión para quedarse. No sólo por el uso de una de las primeras cámaras cinematográficas digitales (limitada al rodaje de la escena en que la madre de Anakin confirma el extraño origen de su hijo a Qui-Gon), sino por el uso de los efectos digitales.

Ya no sólo se generaban por ordenador los sables láser, los disparos de los bláster y las interfaces de los monitores de las naves. Ya se generaban digitalmente las naves, las vainas, e incluso los personajes. Y para toda la correcta integración, se recurrió a la tecnología digital para la composición digital que permitía elaborar cada plano de esas películas.

El fondo con croma se hizo más que habitual en el rodaje, pero también se añadía la posibilidad de integrar elementos generados por ordenador dentro de ubicaciones reales gracias a la técnica de traqueo de cámara. Cualquier escenario real puede llenarse de elementos y, lo más importante, la cámara podía moverse por él, añadiendo credibilidad y dinamismo.

Así fue cómo la trilogía seguía creciendo de la mano de unos VFX que paralelamente se democratizaban gracias a su digitalización, de ahí que comenzaran a aparecer producciones que se pusieron al mismo nivel: Matrix y El Señor de los anillos. Quedaba patente que los VFX son básicos para lograr una producción que sobrepase los límites de la sala de cine y que suponga mucho más que una simple película para los espectadores.

 

Efectos visuales en Star Wars, otra dimensión

Se iniciaba un crecimiento y un desarrollo enorme de la tecnología de los VFX, enfocada a la integración total de los elementos, a hacer totalmente creíble aquello que vemos en la pantalla, para lo cual quedaba desarrollar la simulación de tejidos, fluidos, pelo, así como, el desarrollo de la captura de movimiento para dotar de animaciones a personajes virtuales y la tecnología para crear gran multitud de personajes.

El alto nivel alcanzado se mostró en las últimas producciones cinematográficas que hemos tenido de Star Wars, los episodios VII, VIII y IX. En dichas producciones, la tecnología ya permite crear escenarios boscosos, desérticos, nevados, así como océanos de gran oleaje, batallas de miles de naves, personajes CGI con expresiones increíbles… en definitiva, se logra un resultado visual final en el que todos los elementos quedan perfectamente integrados.

Sin embargo, la última revolución de los VFX que viene de la mano de Star Wars no ha venido por sus producciones cinematográficas, sino por su serie Mandalorian. Todo un acierto en el que se ha introducido un nuevo paradigma para las producciones que requieren VFX y es el uso de la producción virtual. No es la primera vez que se usa esta tecnología. De hecho, en Rogue One, también de la franquicia Star Wars, ya se usó para alguna escena, pero sí es la primera vez que se establece como base del rodaje. La producción virtual es un paso más para los VFX y supone una nueva forma de integrar personajes reales con fondos virtuales, ahora en tiempo real, frente al viejo conocido croma.

A la producción virtual se le debe añadir el uso del deep fake, la tecnología que permite sustituir el rostro de un actor por el de otro, de tal forma que un joven Luke Skywalker puede volver a protagonizar una producción de Star Wars sin que se noten más de 40 años de diferencia.

Podría concluirse que sí, que Star Wars y los VFX van de la mano, no se podría entender uno sin lo otro y gracias a esta relación simbiótica siempre disfrutaremos de esta fantástica saga.

 

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