Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital

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¿Sabes qué son las fuerzas ficticias?

¿Has oído hablar de las fuerzas ficticias? Y, si son ficticias, ¿entonces quiere decir que no existen? Te explicamos en qué consisten estas fuerzas, más habituales de lo que puedas pensar, de la mano de Beatriz M. Pabón, profesora del Doble Grado en Ingeniería del Software y Física Computacional de U-tad.

Para comenzar, definimos fuerza como toda causa capaz de cambiar la velocidad de un cuerpo o de deformarlo: produce aceleración o deformación. Cuando pensamos en cambios en la velocidad de un objeto, lo que pensamos es que algo va a ir o más rápido o más despacio. Ahí tenemos las fuerzas que actúan en un movimiento rectilíneo.

También tenemos aquellas fuerzas que hacen que la velocidad cambie de dirección. “Por ejemplo, un coche puede ir marcando durante un tiempo una misma velocidad. Si gira de repente, entonces, la velocidad entendida como vector (como elemento que tiene sentido y dirección) ya no es la misma, explica nuestra profesora.

Por tanto, cuando un cuerpo gira, lo que ocurre realmente es que hay una fuerza que provoca este efecto. “Tenemos que pensar en un cuerpo que gira, y tenemos que pensar en una fuerza que ha tirado de él para ello, cambiando su dirección de movimiento hacia el lado en el que la fuerza ha tirado de él”, añade.

¿Y si nosotros estuviéramos dentro de ese objeto? Pongamos de ejemplo de nuevo un coche. “El coche gira hacia un lado y nosotros sentimos una fuerza que nos ‘empuja’ o tira de nosotros hacia el otro lado”. Si el coche gira hacia la izquierda nosotros sentimos que hay algo que tira de nosotros hacia la derecha.

¿Esa fuerza está existiendo? “En realidad no. Hay veces que aunque sintamos una suerte de fuerza, esa fuerza no existe como tal. ¿Qué está pasando en realidad? Que nuestro cuerpo quiere seguir haciendo lo que estaba haciendo antes. Quiere seguir recto. Como el coche va hacia la izquierda, nosotros sentimos una fuerza que va hacia lo que antes era recto para nosotros, que ahora es nuestra derecha. Pero no es una fuerza, es la inercia. Esa fuerza que nosotros sentimos realmente es equivalente a la que está tirando del coche y hace que el coche gire, aunque la percibimos en sentido opuesto. Esta percepción es una fuerza ficticia.

También encontramos esta fuerza en la centrifugadora de una lavadora. “No es que la ropa quiera estar pegada en las paredes de la lavadora. La ropa quiere seguir con el movimiento con el que estaba, pero la lavadora le deja hacer de todo menos eso. Por eso se queda pegada a la pared”.

 

Fuerzas ficticias en un ascensor o en el parque de atracciones

La fuerza ficticia la podemos apreciar cuando nos montamos en un ascensor y este empieza a bajar. “En el primer momento, cuando el ascensor está en reposo y comienza a ir hacia abajo a una velocidad, nosotros ejercemos menos fuerza sobre el suelo. Es como si pesáramos menos, pero es una apariencia de nuevo. Es algo ficticio. Sentimos como si algo tirase de nosotros hacia arriba”, dice Beatriz. Añade que lo que está pasando en realidad es que este ascensor está cambiando su estado, está teniendo una aceleración. Por eso, respecto al ascensor, parece que hay algo que tira de nosotros hacia arriba.

Este tipo de fuerzas también se suele dar en atracciones como la Lanzadera. “La Lanzadera cae muy rápido. Entonces parece como si nosotros, nos quedáramos arriba. Y sí, eso ocurre. Nos estamos quedando arriba con respecto a esta lanzadera que va más rápido que si nos estuviéramos cayendo. Este es un tipo de fuerza ficticia que parece tirar de nosotros hacia arriba”.

Todas estas fuerzas se producen cuando estamos dentro de un sistema acelerado, es decir, que está teniendo cambios en su velocidad. “Aunque sean fuerzas que no existen alguien las definió, porque es útil tenerlas en cuenta. Son fuerzas aparentes y nos sirven en ciertos sistemas de referencia”, explica Beatriz.

 

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