Siguen llegando éxitos para nuestros alumnos del Grado en Animación. En esta ocasión ha sido para Leyre E. Iturriza, actualmente cursando el 4º año del Grado en Animación en Ingles, cuyo proyecto We’ve run out of milk! ha sido seleccionada para formar parte de Next Lab Generation 2025.
We’ve run out of milk! cuenta la historia de Rosita, que vive sola con su padre, el cual está más centrado en sus responsabilidades de adulto que en ella, que intenta de todas las maneras captar la atención. Tras varios intentos fallidos, Rosita se va a la cama y se despierta dentro de un cartón de leche al día siguiente. Siendo ignorada por su padre, que no se da cuenta de la situación, Rosita está en un riesgo de peligro ya que si no logra comunicarse con su padre se convertirá en su desayuno.
¿Qué es Next Lab Generation?
Nextlab es un Workshop cuyo objetivo es potenciar y llevar al siguiente nivel proyectos de animación, videojuegos y nuevas tecnologias. Para ello dan la posibilidad de formación a diferentes artistas para mejorar sus proyectos a través del aprendizaje con herramientas de VR, motores de render a tiempo real o IA, asi como asesorias y clases magistrales impartidas por profesionales.
Con ello incentivan el uso de tecnologías disruptivas para la producción audiovisual, descubren y apoyan al talento, fortalecen el tejido empresarial y el emprendimiento digital para asi generar empleo joven, altamente cualificado y de calidad.
¿Cómo es el proceso de selección?
Una vez presentados los proyectos y después de 5 semanas intensas, los profesionales e instructores evalúan los proyectos, que pasan por otra fase de selección antes de ser presentados al público en un evento.
Finalmente, en dicho evento, habrá una última valoración determinada por un jurado compuesto de diferentes profesionales que elegirán los proyectos que tengan el potencial y la posibilidad para ser presentados en Annecy. Este evento final se celebrará los días 27 y 28 de febrero.
We’ve run out of milk!, el proyecto de Leyre.
Para descubrir mas sobre este proyecto hemos querido entrevistar a Leyre y que nos cuente en primera persona todo lo que envuelve a esta idea:
“We’ve run out of milk!” ha sido seleccionado en la 5ᵃ edición del workshop de NextLab Generation. ¿Cómo nació la idea para este proyecto y qué mensaje esperas transmitir con esta historia tan única y emocional?
Este proyecto surgió de una mañana catastrófica en la que no conseguía encontrar ningún brik de leche en toda la casa para el desayuno. De ahí, comencé a darle vueltas a la idea de una pantomima. Sin embargo, ese primer pensamiento evolucionó en algo muchísimo más profundo. ¿Qué pasaría si un día de despiertas dentro de un brik de leche?
Con esa pregunta nacieron las primeras ideas del corto que he acabado desarrollando. Este proyecto trata de una niña que es incapaz de alcanzar a su padre emocionalmente. Mi intención es mostrar los sentimientos que pueden tener muchos niños en este tipo de situaciones y poder simpatizar más con ellos.
Pero también quiero poder dar la oportunidad a personas que tuvieron que pasar por situaciones similares un espacio seguro para reflexionar sobre ello. Apartarles cuando son muy molestos, no prestar atención a lo que nos dicen o nos muestran, no dedicarles el tiempo suficiente porque otras cosas son más importantes. Quería representar un dolor que muchas veces es normalizado, sobre todo hacía los niños, el silencio.
El proyecto mezcla elementos narrativos potentes con una técnica visual muy cuidada. ¿Cómo fue el proceso de desarrollo desde que surgió la idea hasta su presentación en este workshop? ¿Qué aprendizajes destacas de este recorrido?
Lo primero que hice fue tratar de abocetar todas las ideas de se me venían a la cabeza; fragmentos del corto, colores, ángulos, personajes, … Desde el principio tenia una idea bastante cercana a cómo son los personajes ahora, sin embargo, no quise encariñarme con los primeros bocetos e hice muchas variaciones hasta llegar a algo que representará bien lo que quería contar. Una vez montada la primera animática, hice otra y tras esa, otra más.
Durante varias fases del proceso, le dí muchas vueltas a la posibilidad de utilizar animación experimental y hacia muchas pruebas visuales teniendo esa puerta abierta. Al pensar en lo que he aprendido en este recorrido tengo que destacar el perder el miedo a plasmar las ideas.
Aunque siempre he tenido tendencia a dibujar todo lo que se me pasa por la cabeza, muchos pensamientos se quedan en eso ya que no les dedicó un momento para hacerlos realidad, aunque sea con un boceto. Un dibujo puede tener mucho impacto y para mí, un dibujo puede determinar la ambición que tengo en seguir con un desarrollo.
Este proyecto nació durante tu etapa en U-tad. ¿Qué herramientas, experiencias o aprendizajes adquiridos en la universidad crees que fueron claves para desarrollar un proyecto de esta magnitud y llevarlo a NextLab?
Tras hacer una presentación, mi proyecto fue seleccionado para ser ampliado en un proceso de preproducción durante 3 meses junto a dos compañeras; María Guardado Álvarez y Paula Gutierréz Soria. Lo que aprendí con ellas fue a apreciar lo que varias mentes pueden hacer juntas. Cómo las experiencias de cada una pueden llevar a ideas que benefician la primera visión que tuve. Lo segundo que aprendí fue la importancia de un productor y la organización.
Otro aspecto clave fue el apoyo de mis profesores que creían firmemente en esta historia, sus ánimos me daban mucha energía. Además, estar rodeada de otros proyectos que florecían al mismo tiempo que el nuestro era una gran inspiración, se notada la creatividad hasta en el aire.
Aunque luego este proyecto no tuviese la oportunidad de seguir su desarrollo en la universidad, sí que seguí por mi cuenta investigando para poder llevarlo hasta Nextlab por estos mismos factores; apoyo e inspiración.
“We’ve run out of milk!” es también una historia de perseverancia y dedicación. ¿Qué te motivó a seguir apostando por este proyecto incluso tras haber finalizado tu formación en U-tad? ¿Qué consejo darías a los estudiantes que sueñan con llevar sus proyectos más allá del aula?
No fue posible trabajar en este corto durante casi un año ya que estaba muy ocupada, sin embargo, siempre había algo que me hacía pensar en este proyecto. Cómo he dicho previamente, este corto fue muy apoyado por mi profesorado, además mis seres queridos también seguían dándome ánimos o preguntándome de vez en cuando si el corto había avanzado. La verdad es que, aunque fuese durante poco tiempo, mi equipo había hecho que desarrollará aún más cariño por este proyecto.
Nextlab es un evento al que he ido desde hace varios años y siempre me daba curiosidad las herramientas y técnicas que podían surgir. Al fin y al cabo, quería utilizar animación experimental con este corto. Entonces lo tuve claro, tenía que presentar mi corto y ver hasta dónde podían ir mis ideas. Mi motivación aumento junto al desarrollo de esta historia y por el feedback que recibía, tanto positivo cómo sugerencias para mejorarlo.
El mayor consejo que puedo dar es de rodearse de personas que crean en el proyecto que estás desarrollando y aunque las criticas den miedo, tener el coraje de enseñar tu trabajo y escuchar. No todas las sugerencias tienen que encajar con tu idea, pero otras pueden llevarte a resultados que eleven lo que ya tienes, pero sobre todo, no tomárselo como si fuesen críticas.
Has trabajado en proyectos importantes como “Chica y Lobo”, “Hazbin Hotel”, y videojuegos como “The Stone of Madness”. ¿Cómo han influido estas experiencias en tu crecimiento como profesional y en la evolución de tu propio estilo creativo?
Durante el desarrollo de estás producciones he tenido el privilegio de aprender mucho en diferentes ámbitos.
The Stone of Madness me permitió valorar el tiempo y calidad que le tienes que dar a cada tarea. Ir rápido y sacar mucho material o ir más lento y sacar más calidad. Hay que encontrar un balance y adaptarse a lo que cada producción exige.
Chica y lobo por otra parte me enseño lo que es trabajar con presión y cómo manejar la cantidad de trabajo semanal. Al ser una película la calidad a la que hay que llegar es mayor e hizo que cuidará mucho mis animaciones mientras desarrollaba velocidad en el dibujo.
Y finalmente Hazbin Hotel al ser una serie con mucho detalle y calidad me ha permitido elevar mi animación a la vez que sacar los planos a gran velocidad. Esto ha sido fijándome en qué material puedo reutilizar y cuidar detalles de movimientos secundarios ¡Aunque lo que más destaco de esta última experiencia es que me divierto con cada plano por los movimientos que me piden!
Cómo bien me dijeron varios de mis profesores de animación; trabajar hace que te des cuenta de detalles que parecen obvios pero que solo comienzan a ser perceptibles por la práctica o que entiendas consejos que daban en clase que no sabias cómo implementar en tus animaciones.
Llegar a un espacio como NextLab Generation es un sueño para muchos jóvenes animadores. ¿Qué les dirías a quienes están empezando en el mundo de la animación y aspiran a seguir tus pasos? ¿Qué importancia han tenido el trabajo constante y la pasión en tu camino?
Desde mi propia experiencia, hay que tener mucha ambición y disciplina, pero, sobre todo, pasión que dé las energías para llegar a los objetivos de cada uno. En una carrera tan artística es normal tener muchas inseguridades y miedos, pero uno tiene que trabajar en confiar en su material, técnicas, ideas e ilusión.
De no haber sido por eso, en mi caso no me habría atrevido a entrar en ningún proyecto o presentar mi trabajo. Pero lo más importante que he aprendido es tener cuidado con la salud de uno mismo. Valorar lo que te supera ya sea por nivel, tiempo, estado físico y/o mental. No se puede vivir sin tener un buen balance.
Y en cuento al desarrollo de proyectos, es importante encontrar lo que hace especial una historia y cómo sacarle el mayor potencial. Para ello, lo más senicllo es plasmar las ideas rápidamente en un papel o bien dibujando y/o escribiendo y dar un paso hacia atrás para ver lo que funciona y lo que no. Encontrando referencias, escuchando música, … Poco a poco, esa primera idea toma forma y se va convirtiendo en personajes, colores, objetos hasta llegar a ser un proyecto.
¿Qué destaca? ¿Qué nos marca? ¿Qué nos hace reflexionar? ¿Qué es lo que se queda contigo incluso dos días después? Son esos pensamientos los que para mi hacen que quiera seguir desarrollando algo porque alimenta mi ilusión y mi confianza en el proyecto.