Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital

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Alexis Gómez, alumno de Ingeniería de U-tad, participa en la Summer School sobre computación cuántica de IBM

Alexis Gómez Chimeno tiene 19 años y en septiembre comienza su segundo curso del Doble Grado en Ingeniería del Software y Matemáticas de U-tad. A pesar de su juventud, desde hace tiempo tiene muy claro dónde va a estar su futuro: en el mundo del desarrollo de software y de la algoritmia de ordenadores cuánticos.

A nuestro alumno le motivan los retos, le gusta resolver problemas (cuanto más difíciles mucho mejor) y explica que este sector “es una vía de estudio tremendamente complicada, muy sacrificada, pero muy entretenida también”. Por eso, y para encaminar su proyecto de futuro cuanto antes, ha dedicado una parte de su tiempo este verano a cursar la Summer School sobre computación cuántica de IBM de la que tuvo conocimiento gracias a uno de sus profesores, Javier Algarra (puedes leer aquí una entrevista que le hicimos hace algunas semanas sobre lo que implica estudiar una ingeniería).

 

 

Este año el curso se ha desarrollado de manera online por motivo de la Covid-19, a pesar de que suele tener lugar en localizaciones muy particulares de la tecnológicas. Solo los mejores tienen el privilegio de consolidar su formación con IBM, y nuestro alumno ha sido una de las aproximadamente 2.000 personas que han podido disfrutar de este curso de dos semanas dividido entre sesiones teóricas (abiertas a un aforo de participantes más amplio) y laboratorio práctico (solo para unos pocos seleccionados). Nuestro alumno ha compartido clase con compañer@s de muy diversas edades y formaciones, incluso muchos de ellos con máster y doctorado.

“Han sido dos semanas que pretendían abarcar los conocimientos de un semestre, según nos comentaron. Fueron intensas, de comerte un poco la cabeza, de pensar que no entendías nada… hasta que todo te empezaba a cuadrar mientras ibas trabajando en ello. Lo veías una y otra vez, y luego todo el recorrido te servía para darte cuenta de cada punto clave hasta que le veías el sentido”, explica Alexis.

Alexis nos explica que en las clases teóricas ha aprendido los fundamentos de la computación cuántica, comenzando por conocimientos básicos, hasta entrar en el desarrollo teórico de la misma, el entender por qué ciertas cosas funcionan como lo hacen, o por qué son física y matemáticamente de una manera determinada, además de hablar sobre estructuras de algoritmos y de la transformada cuántica de Fourier. “Las clases de química fueron de lo más difícil y también de lo más bonito, porque tenían mucha matemática”.

“Los últimos días fueron más difíciles porque entramos en materia muy profunda. Tuvimos ponentes muy potentes como por ejemplo Elisa Baumer, Abe Asfaw, James Wootton, Zlatko Minev, Antonio Mezzacapo, Abhinav Kandala. Y en la charla del último día sobre trayectoria profesional contamos con: Amira Mohamed, Abe Asfaw, Marina Radulaski, Steven Girvin, John Preskill, Jay Gambetta, Monika Schleier-Smith, K. Birgitta Whaley, y hasta del vicepresidente de IBM de Quantum Computing”, dice Alexis.

Estos profesionales (tanto trabajadores de IBM como externos, pero todos investigadores sobre computación cuántica) dieron charlas sobre educación ligada al ámbito de la computación cuántica, sobre hardware, sobre ámbito eléctrico, sobre cómo funcionan algunos aspectos de los ordenadores cuánticos… “cosas más entradas en materia”.

Después de las clases teóricas y de un pequeño descanso llegaban las sesiones de laboratorio. “Nos enviaban ejercicios y teníamos hasta el día siguiente para entregarlos, o hasta una fecha determinada”, explica. “Los laboratorios estaban muy bien orientados, pero eran difíciles”, añade. Y comenta que no bastaba con atender a las clases, sino que era necesario buscar ‘mucho’ material que desde el propio curso facilitaban, e incluso utilizar el libro Learn Quantum Computation using Qiskit’.

Reconoce que como ‘programador junior’ se le ha hecho complicado enfrentarse a los laboratorios, y ha necesitado horas para poder hacerlo. “Estás acostumbrado a ciertas bases con ciertos pilares, y allí nos los han roto un poco. Tuvimos que hacer cosas diferentes a las que estamos habituados, por lo que tampoco podíamos pensar de la misma forma”.

Para Alexis este curso ha sido “una oportunidad de oro”. Implica haber conectado de lleno con el campo hacia el que quiere dirigir su carrera profesional, así como saber por dónde empezar a investigar, comprender y trabajar. “Muchas veces no puedes trabajar en ello porque no sabes que algo existe o no sabes lo que es, o a simple vista no lo entiendes…por lo que el hecho de que alguien te lo explique es fundamental.

Además, a raíz de este curso se han creado de manera casi natural comunidades de interesados, investigadores y profesionales del ámbito de la computación cuántica de todo el mundo. Alexis ya forma parte de la comunidad de hispanohablantes para no perderse nada de lo que está por llegar. Esperamos verte muy pronto materializando tus sueños profesionales, Alexis. ¡Mucho ánimo y mucha suerte!

 

 

 

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