Hace unos días algunos de nuestros alumnos del Grado en Animación de U-tad volvieron de Annecy, el Festival especializado en cine de animación más importante del mundo, que se celebra en la ciudad francesa que le da nombre.
Este evento reúne a los más relevantes profesionales del mundo de la animación, como nuestro profesor Borja Montoro, que explica que acude al encuentro para saber cómo van las cosas en los estudios más prestigiosos del mundo. “Te enteras de mucho y aconsejas a los alumnos que envíen su portfolio a alguien determinado, les cuentas lo que las empresas están buscando y de con quiénes deben hablar. Siempre es un festival maravilloso”, explica.
Este año asegura haberlo pasado en grande y haber tenido la oportunidad de juntar en una cena a Guillermo del Toro y Glen Keane. “Era una cena en la que había que estar y nos salió bien. Le sacamos a Keane la promesa de que vendría a visitarnos a U-tad, y es un hombre de palabra”, dice.
Nuestros alumnos también tuvieron la oportunidad de conocer a esta promesa viva del mundo de la animación y a otros referentes del sector. Hemos hablado con nuestra cantera para entender de primera mano cómo vivió la experiencia.Alex Relloso
Acaba de terminar su tercer curso del Grado en Animación y ya es el segundo año que acude a este encuentro. “Ha sido una gran experiencia. Fui el año pasado, he tenido la suerte de volver este y espero ir siempre que pueda”, dice. Lo que más resalta del Festival es la gran cantidad de charlas y conferencias que hay y de estudiantes de todo el mundo que se dan cita en la ciudad. “Es un buen lugar para conocer gente de todos lados”.
Explica que esta edición ha sido diferente a la anterior. “Es como un campamento, aunque vayas al mismo tiempo nunca es igual, siempre conocemos gente nueva, eso es lo interesante”.
En esta ocasión ha compartido momentos con Sergio Pablos, creador de Gru: mi villano favorito; Jorge Gutiérrez, director de El libro de la vida; Robert Valley, que ha estado trabajando con Passion Pictures; Bolhem Bouchiba, animador y storyboarder que ha trabajado con Disney, Pixar y Dreamworks, entre otros estudios; o Glen Keane, al que Relloso define como una “leyenda” del mundo de la animación. “A Keane se le notaba humilde, cercano, tranquilo”. A Relloso le gustó poder hablar y tomar algo con él y conocer anécdotas de su familia y de su carrera profesional.
“Es gente a la que admiras, por lo que es genial conocerles y ver que son personas normales”. Lo mejor de todo es que, según nuestro alumno, todos estos profesionales motivaban a los más jóvenes a trabajar duro pero, también, a disfrutar del trabajo. Les invitaron a ser observadores, a aprender de todo lo que les rodea, a tomar perspectiva y a aprender. Destaca el consejo que les dio Keane: ser capaces de pensar y observar las cosas con la mentalidad inocente y la curiosidad de un niño.
No solo ha aprovechado el tiempo a nivel académico y profesional, sino también para disfrutar con sus compañeros de U-tad, del turismo y del entorno. “El pueblo es muy bonito, está lleno de canales, hay un lago enorme y merece la pena visitarlo”.
Alex Relloso asegura que un Festival como este es más que recomendable y positivo a todos los niveles. Asegura que se conoce a mucha gente, se aprende de ella, se puede ver el trabajo de grandes profesionales, hacer contactos e incluso empezar prácticas o trabajo con alguno de ellos.
Javier de la Chica
Javier de la Chica, alumno de cuarto curso del Grado en Animación, describe el Annecy de este año como “una auténtica locura”. Nunca antes había asistido y lo considera un evento “muy frenético”. Él no ha dudado en aprovechar cada oportunidad, charla y presentación, por mucho que le costara. “Fue una pasada. Además, en paralelo se organizaban fiestas y picnics a los que también asistíamos”, dice.
Para este alumno conocer a Glen Keane fue “una locura, porque es un mito”. Además se reencontró con muchos de los compañeros y profesionales que había conocido en Bridging the Gap, donde participó el año pasado. “Tenía muchas expectativas por todo lo que se habla de Annecy pero no lo conocía, fue muy sorprendente todo”. Por supuesto, aprovechó para entrevistar a algunos de sus ídolos e incluir sus experiencias en su trabajo de fin de grado.
Raquel Cano Esteban
Era la primera vez en Annecy para Raquel Cano y define la oportunidad como algo “verdaderamente increíble. Pienso seriamente en repetir, es lo que pensamos todos los que hemos ido”. Dice que lo primero que descubres de Annecy es una hermosa ciudad rodeada por enormes montañas. Con casas bastante variadas y pintorescas, donde el aire es realmente limpio y no se oye ningún coche, aunque los veas, solo el sonido de los pájaros y una inmensa paz. Describe así su experiencia:
Éramos ocho amigos en total los que viajamos y nos alojamos en dos casas, algo separadas entre ellas, pero a la misma distancia del festival. Los primeros días preferíamos ir al festival andando para disfrutar del ambiente, el resto de días decidimos que era más cómodo coger el autobús urbano para llegar en un momento.
El primer día, el domingo, tras dejar las maletas en las casas, nos fuimos al edificio principal bastante grande, el Bonlieu, donde nos dijeron que tendríamos que recoger nuestras acreditaciones al día siguiente. Justo al lado del Bonlieu nos encontramos con una inmensa explanada de césped, Le Pâquier, donde había una inmensa pantalla de cine hinchable donde ponían las películas al aire libre cada noche.
Desde allí se podía ver un enorme lago que no tenía nada que envidiar al mar. Estaba rodeado de gigantescas montañas y era imposible ver el otro lado de la orilla. Caminamos bordeando el lago, enamorados del paisaje, hasta que llegamos a L’Impérial Palace, un enorme hotel de estilo clásico, también conocido como MIFA por la gente del festival, donde, a parte de conferencias, también podías ver los estudios en sus stands para pedir feedback de tu porfolio y, con suerte, conseguir trabajo.
Al día siguiente comenzó el festival, nos levantamos pronto para recoger nuestra acreditación que nos permitía entrar y reservar entradas para los eventos. El horario de todos los eventos y conferencias que se hacían en el festival lo podíamos ver en la aplicación de móvil o en su página web. Cada uno se hacía su horario según lo que más le interesaba y, a veces, coincidíamos e íbamos todos juntos o marchábamos por separado y luego nos encontrábamos por la ciudad.
La zona central de Annecy estaba llena de tiendas y restaurantes donde podías pasar las horas entre eventos, cuando no querías pasarlo tumbado en el césped mirando el lago. No era una zona extremadamente grande ni compleja. Aunque decidieras echar a andar y perderte siempre acababas encontrándote con lugares conocidos.
El centro estaba interrumpido constantemente por un río que provenía del lago y que iba separando las manzanas y recordaba ligeramente a Venecia. En mitad del río podías encontrar una pequeña isla con un castillo de piedra en su esquina. Dentro del castillo estaba el Café de las Arts, donde se reunían todos los ‘peces gordos’ de la animación para tomar unas cervezas y disfrutar de la compañía.
Allí conocimos a personajes tan increíbles como Glen Keane, Jorge Gutiérrez, Sergio Pablos… Gracias a nuestro profesor Borja Montoro que nos iba presentando a todos. También hablamos con los productores de un proyecto peruano llamado Nuna que nos pareció una maravilla, y les deseamos mucho ánimo y poder ver su película pronto.
El martes fue el día más movido de todos, ya que era cuando se acumulaban la mayor cantidad de eventos a los que queríamos ir todos. Yo asistí a una conferencia del director de Blue Sky, Carlos Saldanha, que nos explicó un poco sobre su carrera y la pasión que puso a sus películas, pero sobretodo nos habló de su nueva película, Ferdinand. Era un hombre increíble y bastante feliz, como un niño grande que hablaba de su pasión por hacer películas. Al terminar la conferencia me fui corriendo a hacer cola para una firma de autógrafos de Carlos y me firmó mi artbook de Rio y un poster de Ferdinand. Le comenté lo mucho que me gustaron sus películas y que algún día querría trabajar con él.
El resto del día fue un no parar yendo de un lado a otro. Pude asistir a dos conferencias muy interesantes sobre animación y, tras tanto correr, me encontré con mis amigos y nos fuimos a ver Snoopy al cine al aire libre. Las películas las reproducían en francés, pero como ya las habíamos visto nos conocíamos el diálogo de memoria.
Las películas Zombillenium y Luo over the Wall fueron, a mi criterio, las estrellas de todo el festival. Tuvimos la oportunidad de verlas varias veces y pudimos conseguir los autógrafos de sus autores. Fue una experiencia increíble.
Para mí, ha sido una experiencia inolvidable que quiero volver a vivir todas las veces que pueda. No solo conoces a mucha gente que lleva bastante tiempo en este mundo, sino también a mucha gente que está deseando entrar en él como tú. Todos son realmente majos y están dispuestos a echarte una mano, aunque no te conozcan de nada. Siempre puedes hablar sobre el mundo de la animación, aunque no sea en el mismo idioma, la animación en sí es una forma de expresión.
Considero que Annecy es una experiencia muy importante para cualquiera que quiera formar parte de este mundo. El festival te abre los ojos sobre lo que es de verdad el mundo de la animación y su gran expansión por todo el mundo. Te das cuenta de lo que de verdad quieres hacer y hace que tengas muchas ganas de volver a casa a ponerte como loca a trabajar. Por otra parte, es un ambiente tan familiar y excitante que tampoco quieres marcharte. En resumen: ¡El año que viene hay que repetir!
José Manuel Travieso
José Manuel Travieso, elegido para participar en Bridging the Gap 2017, explica que lo que más ha hecho ha sido conocer gente, tanto en fiestas como en stands y, sobre todo, en las filas para asistir a los eventos. “No sabes de dónde vienen ni qué hacen, por eso es bueno entablar conversación, nunca sabes si el que está a tu lado puede ser un futuro compañero de trabajo o jefe”.
También le ha resultado interesante asistir a las proyecciones de cortos y películas puesto que, dice, es posible que muchas de ellas no se lleguen a conocer porque puede que no lleguen a nuestro país. Esta es la segunda ocasión que asiste a Annecy y le ha ayudado a aprender y a saber dónde dirigir sus esfuerzos.
Travieso destaca haber hablado con Jorge Gutiérrez, “que se mostró muy simpático y se interesó por la situación de España”, así como a una empresa peruana que está produciendo una película llamada Nuna. “También conocí a un par de participantes de Bridging the Gap de este año y a dos chicas que estuvieron el año pasado y que exponían un corto”.
Explica que es recomendable salir de la burbuja del estudiante “y ver que hay miles de personas mejores que tú y de que te tienes que poner las pilas para poder entrar en la primera división”.
Daniel Fernandez Monroy
Daniel acaba de terminar su tercer curso del Grado en Animación y confiesa que asistió a Annecy para “disfrutar y pasarlo bien”. Explica que su principal intención es terminar la carrera, por lo que no ha querido buscar trabajo directo en el festival, pero sí que ha tanteado los estudios y ha podido ver “qué se mueve actualmente en la industria”. Después de este encuentro está seguro de que dicha industria “es inmensa, tiene trabajo para todos los que se esfuerzan y no se desilusionan”.
Dice haber aprendido que hay que seguir trabajando y ha podido ver otra perspectiva de la carrera. “No todo se queda en Madrid ni en la península. Canarias está creciendo, albergando estudios y ofreciendo puestos de trabajo”.
Monroy reconoce que ha hecho contactos para que tengan en cuenta su evolución durante el último curso de carrera. “Es obvio que debo mantener esa oportunidad que me han ofrecido de seguimiento profesional porque, probablemente, desemboque en un futuro puesto de trabajo”.
Nuestro alumno cree que la experiencia de Annecy es única y que cada uno la vive a su manera. “Tienes dos opciones: pasar e ir a lo tuyo o escuchar esa conversación, tratar de entender de qué hablan, ver la industria desde los propios pilares que la sostienen, googlear a quien has conocido y antes no conocías y flipar con su trayectoria profesional”.
Para él esta experiencia ha implicado madurar, crecer en conocimiento y en la visión que tiene sobre el futuro. Le tranquiliza y reconforta especialmente ver que hay tantas ofertas de trabajo a pesar de “todos los que somos”. “Si ves niebla, Annecy la despeja o, al menos, te hace ver que hay salidas”
Como no podía ser de otra manera, también ha destacado la oportunidad de haber conocido a Glen Keane, algo de lo que está “emocionado y satisfecho”. “Teniendo en cuenta que, de nosotros, únicamente una persona logró entrar a su conferencia…encontrártelo por Annecy y tener la oportunidad de escuchar una charla es simplemente genial”.
Resume su experiencia como conocer a artistas, intercambiar tarjetas y ver portfolios variados de compañeros del sector. Si vas al Festival de Annecy “conocerás gente de lugares diferentes, te irás de fiesta, visitarás un lugar precioso. Esas montañas, su lago, sus canales, sus calles y sus gentes se te quedarán en la retina. Es una experiencia preciosa que debe vivirse”.