En su currículum atesora la ‘patria potestad’ de personajes como ‘Hércules’, ‘Tarzán’ o muchos de las criaturas que aparecieron en ‘Zootrópolis’, la cinta de Disney. La de Borja Montoro es una voz privilegiada cuando se trata de hablar de diseño de personajes. Este reconocido profesional del mundo de la animación, ofreció una charla en el campus en el que intentó transmitir las ‘Claves para hacer tu mejor portfolio’.
“Un portfolio que tenga diez dibujos buenos, lo puntuaría con un diez. Sin embargo, si en el portfolio cuento con nueve dibujos buenos y meto uno que no lo es tanto para completarlo o rellenarlo, ese me puntuará negativo”, asegura Montoro. “Se trata siempre de calidad no de cantidad”, remacha.
Borja Montoro, director del Máster de Diseño del Personajes y profesor del Grado de Animación de U-tad, también pone el acento en la primera impresión que recibe un portfolio.
“Me fijo primero en la presentación, en el trabajo que ha puesto la persona”, resume. “Envías una muestra de tu trabajo. Cierto es que el continente no es tan importante como el contenido pero hay que cuidar cosas como la facilidad con la que se abre, la composición general y ese tipo de detalles”.
Preguntado por el mayor error en el que se puede caer en este cometido, Borja Montoro afirma que «el no ser específico” es uno de los mayores fallos.
De caricaturas y personajes
El continente no es tan importante como el contenido pero hay que cuidar cosas como la facilidad con la que se abre, la composición general y ese tipo de detalles
“Los portofolios que suelen enviar la gente joven incluye trabajo de muchos tipos: desarrollo visual, diseño de personajes… Te lo envían a ver dónde te parece que mejor encajar”.
“Hay que enviar un portfolio para un tipo de trabajo, no para todos”, concluye a este respecto.
Resulta inevitable no preguntarle por el diseño de personajes. Recientemente ha trabajado en ‘Moana’, la producción que Disney estrenará este año. “Hay que pensar en los personajes de una película como un personaje concreto, no un tipo social”, aclara. “Primero tienes que ir hasta lo que te dan pero también tienes que inventarte un poco más: cómo se tomaría un café, a qué hora se suele levantar. Es como un amigo tuyo”.
“Cuando alguien me pide una caricatura, si quiere una buena caricatura, prefiero hacerla de memoria”, sostiene. “Un buen personaje es el que ataca la personalidad. Y la caricatura es lo mismo”.
