¿Estás empezando a preparar tu portfolio artístico y aún no sabes por dónde empezar ni cómo organizarlo? Estos son los consejos que te da Borja Montoro, director del Experto en Diseño de Personajes de U-tad y diseñador de personajes de reconocido prestigio, que actualmente trabaja para Netflix y lo ha hecho anteriormente para estudios como Disney, Dreamworks, Warner, The Spa Studios o Illumination Mac Guff, entre muchos otros. Puedes ver el vídeo donde él mismo detalla por dónde deberías empezar, y tomar nota de estos tips:
En lo primero que se fija Borja Montoro cuando abre un portfolio es en su formato, en su apariencia externa. “Es lo primero que te llega. El continente no es tan importante como el contenido, pero casi”.
Hay que tener en cuenta la facilidad con la que se abre, la presentación general, la composición de las páginas… “Enviar tu portfolio y obligar a alguien a ‘trabajar’ para verlo no es buena señal”.
Además, explica que en un portfolio todo lo que hay dentro tiene que ser bueno. El error que se comete muchas veces es pensar que la cantidad suple a la calidad. “Si tengo un portfolio con diez dibujos bueno, puntuaría un diez. Si tengo un portfolio con 9 dibujos buenos y uno malo, ese portfolio puntúa un 8. Un dibujo malo descuenta”.
Otro de los consejos que nos da Borja Montoro es ser muy específicos a la hora de presentar un portfolio. Muchas veces cuando ve portfolios de jóvenes que son de lo más variado. Incluyen ejemplos de visual developer, character design, animación, storyboard… “Muchas veces te envían el portfolio y te dicen: ‘a ver qué les parece y de qué piensan ustedes que podría trabajar’. Yo creo que esto es un error. La persona tiene que enviar un portfolio para un tipo de trabajo concreto. Si envías un portfolio para diseño de personajes es necesario centrarse en diseño de personajes”.
Por otro lado, “fabricar” un personaje es hacer un personaje específico. “Es hacer ‘este’ personaje”. Hay que tener en cuenta la información que te han dado al pedirte ese personajes, después darle forma. Ponerle un nombre, una edad, definir cómo se tomaría un café, a qué hora se levanta, si tiene buen humor o no, etc. “Te tiene que entrar el personaje, como si fuera un amigo tuyo”. Es la mejor manera de cuidar el personaje, hacerlo con cariño, darle un lugar, una posición, saber cómo toma café, cómo se despierta por las mañanas, e incluso cuál es su humor.