Hoy, más que nunca, nuestras niñas y jóvenes necesitan ejemplo, impulso y referentes de las áreas STEM. Muchas de las mujeres que nos rodean han crecido con la convicción de que su futuro profesional estaba en puestos de trabajo ligados (exclusivamente) al ámbito social, cultural o artístico. Y aunque esto también puede ser así, la carencia de formación científica y tecnológica entre ellas siempre ha sido real. Hoy empieza a verse la luz al final del túnel, pero aún hay mucho trabajo por delante. ¡Es el momento de cambiar las reglas: únete a la revolución de la ciencia y la tecnología!
La publicidad, los medios de comunicación y las tendencias de ciertas épocas han contribuido a que en la actualidad el número de chicas jóvenes que deciden estudiar una carrera de ciencias y tecnología sea mucho menor que el número de chicos (en algunas clases, incluso, su presencia es testimonial o inexistente). Por este motivo, y para conmemorar el Día Internacional de la Niña del próximo domingo 11 de octubre, hemos hablado con Mar Angulo, matemática y actual coordinadora del Doble Grado en Ingeniería del Software y Matemáticas de U-tad. Nuestra profesora te da alguna de las razones por las que tú, como joven mujer que comienza a decidir su futuro, deberías elegir una carrera ligada a las ciencias, las matemáticas y la tecnología. ¡Toma nota!
- Porque una sociedad demuestra su capacidad si las mujeres que la integran se forman en estas áreas. La incorporación de la mujer a carreras tecnológicas es un paso importante para que puedan incorporarse también a los ámbitos de decisión. Estas carreras aportan conocimientos, preparación y capacidades que posibilitan incorporarse a todo tipo de puestos de responsabilidad, tanto en el ámbito público como en el privado. Por eso es fundamental dar visibilidad a nuestras referentes, y no solo a las que puedan tener un Nobel, sino también a quienes desempeñan puestos de relevancia.
- Porque una carrera de este tipo da mucha libertad. Ser matemática, física o programadora (por ejemplo) te abre un sinfín de oportunidades. Puedes dedicarte a estas materias de manera pura y estricta, pero también las puedes aplicar a ámbitos muy diversos (tanto como te imagines). ¿Algunos ejemplos? el análisis de datos, la política, la astronomía, la salud, el deporte, el marketing o los juegos, por darte algunos. Nuestra antigua alumna Lucía Montesinos es un ejemplo de cómo una carrera de este tipo ofrece muchas oportunidades. Ella ha podido relacionar la ciencia con su mayor afición: la música. Y tal vez sea la autora del Spotify del futuro. Las carreras científicas y tecnológicas son profunda y radicalmente sociales. Ahora mismo estamos viendo cómo dependemos de la ciencia. Estamos en un momento en el que todos esperamos una vacuna. Hacer una carrera de ciencias puras es hacer una carrera puramente social, porque está en la base de las soluciones a cualquier problema social.
- Porque son carreras que, a pesar de su dificultad, se disfrutan. ¡Y mucho!, aunque te digan que son complicadas, dentro de esa dificultad se encuentra el alivio. Es necesario disfrutar del aprendizaje, ser conscientes de que, aunque complicado e intenso, se supera, y eso es muy gratificante. A veces piensas que no te sale nada, pero estás desarrollado tu capacidad de pensar. Has demostrado, por ejemplo, que ciertos procedimientos no son válidos y, aunque creas que no has llegado a ninguna conclusión, cada día de trabajo supone un avance importante en tu formación. El aprender a aprender, a pensar, a hacer razonamientos diferentes a los que habías visto hasta ahora, proporciona también grandes dosis de ilusión y de entusiasmo al tiempo que se está haciendo la carrera. En todo reto hay una oportunidad.
- Por los valores que se adquieren. Desde una carrera de ciencias se puede prestar un gran servicio a la sociedad. Son carreras que proporcionan conocimientos y herramientas, pero también capacidades y valores para dar apoyo y trabajar por los demás. Te ayudan a solventar dificultades, a superarte a ti misma, a ser más curiosa, a querer aprender cada día más, a tener tenacidad, perseverancia…
- Porque te preparas para el presente, no solo para el futuro. Un doble grado en ingeniería y matemáticas, por ejemplo, te aporta una base sólida y unos conocimientos que te posibilitan luego desarrollarte en cualquier sector. Lo estamos viendo, cuando nuestros alumnos van a las empresas lo que ellos mismos nos dicen es que tenían miedo de incorporarse al mundo laboral, y con su primer contacto se dan cuenta de que son uno más. De que comienzan a trabajar preparados para ‘ya’. El doble grado mencionado es una bomba de conocimiento, y los empresarios lo saben. Por eso buscan profesionales con conocimientos de datos, de analítica, de matemáticas y, en definitiva, personas técnicas y con capacidad de análisis para sus compañías.
Contagiar esta ilusión y generar complicidad entre nuestras jóvenes es imprescindible. “Como sociedad tenemos que ser capaces de transmitirlo”, asegura Mar. Indica también que “será un éxito en toda la sociedad conseguir incrementar el número de chicas que se deciden a hacer una carrera de este tipo. No solo hay que hablar de igualdad en los ámbitos de decisión en sí mismos, sino que la igualdad en el ámbito científico y tecnológico es una mayor garantía de igualdad en esos procesos de decisión”.
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También puedes formarte con el Doble Grado Oficial Universitario en Ingeniería del Software y Matemáticas. Pincha aquí para más información.