El game designer es la pieza clave en la puesta en marcha de la creación y producción de un videojuego, su trabajo debe ser versátil para poder adaptarse al tipo de público al que se dirige y a la clase de proyecto que se esté planteando desarrollar.
U-tad, el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, es una referencia en formar profesionales en el campo de los videojuegos. Sus recomendaciones para ser un buen game designer incluyen las siguientes claves, entre otras:
– Long tale: Abrir los ojos para detectar las oportunidades, atender al mercado desde la visión de la nueva economía digital. Hay que fijarse en el mercado potencial pero también tener en cuenta la importancia de ese gran segmento de gente con intereses muy dispares a los que se puede reconducir.
– Lo importante es la creatividad, no sólo la tecnología: la tecnología debe ser un elemento transparente al usuario. Al servicio de la idea. Si sólo nos centramos en polígonos y efectos obtendremos juegos muy parecidos, usando siempre las mismas herramientas no lograremos innovar.
– Repensar y cuestionarse de qué otra forma podríamos diseñar todos los elementos que influyen en el juego: pantallas táctiles, dobles, boards, elementos que proporcionen accesibilidad a todo tipo de jugadores…
– Conseguir crear y pulir un diseño estético y funcional de cada integrante del juego que consiga que no pase el tiempo por ellos. Se trata de un proceso creativo de enorme relevancia. Tener una robusta “biblia” del personaje es clave.
– Usabilidad, interactividad: El éxito reside en la sencillez de juego y la profundidad de las posibilidades, diseñar una interfaz de usuario cómoda, intuitiva y que permita una interacción entre los elementos lo más fluida posible pero con múltiples posibilidades.
– Los testers: chequear que nuestra creatividad tiene una respuesta positiva es de extrema importancia contar con un amplio grupo de jugadores que prueben el juego desde las fases más tempranas de su desarrollo. Y no, no es una leyenda urbana: hay muchas personas que reciben dinero por probar juegos. Y lo que es más importante: la industria del videojuego no puede vivir sin ellos.
Como resumen, si quieres ser un buen diseñador de videojuegos mantén una actitud think outside the box, y abandona tus prejuicios e ideas preconcebidas, que no son amigas de una mente de creador de experiencias. Despójate de cualquier visión sesgada, es algo que se puede aprender también. Los que conocen desde dentro el mundo del videojuego saben bien de qué estamos hablando, por eso la formación de U-tad en este ámbito es de primer nivel y está avalada por los profesores expertos en activo que forman parte de su equipo docente.
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