Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital

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Josep Pla-Narbona: uno de nuestros Mad Men

In Memoriam,

El señor Josep Pla-Narbona, diseñador gráfico nacido en Barcelona en 1928 y Premio Nacional de Diseño 2004, falleció el pasado 14 de diciembre. Perteneciente a la generación conocida como «los niños de la guerra» que vivió en primera persona. Mal estudiante, pero con dotes para el dibujo, se incorporó al sector de las artes gráficas y comenzó como ayudante en una litografía aprendiendo los secretos del oficio.

Especialmente se centró en los de impresión de cartelería, complementando ese trabajo con sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios. Allí aprendió técnicas de dibujo, grabado, pintura a acuarela y óleo, collage, escultura e ilustración. Eso le permitió abordar sus proyectos de manera libre, sin depender nunca de la técnica. Artista pluridisciplinar, se metió a diseñador según él por motivos económicos.

En 1956 emprende camino a París donde trabaja en la agencia Publicité R.L. Dupuy. A su retorno a Barcelona abre su propio estudio y comienza a ejercer como profesor en la Escuela Massana. Posteriormente, en 1963, se marcha a Suiza para especializarse en técnicas tipográficas trabajando en la agencia de publicidad Adolf Wirz de Zurich.

En 1964 fue uno de los promotores de los premios LAUS, siendo el primer español en ser admitido en la prestigiosa organización Alliance Graphique Internationale (AGI). Fue también cofundador y primer presidente de la FAD (posteriormente ADG-FAD).

 

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Su etapa más fructífera fue la de los años comprendidos entre 1960 y 1975. En los mismos se especializó en la ilustración farmacéutica, el diseño editorial y el cartel de interés social. Celebró durante ese periodo también la irrupción de la escuela de Nueva York, y la bocanada de libertad que aportaba frente al racionalismo estricto de la escuela suiza. Destacó por su búsqueda de imágenes fuertemente comunicativas (recurriendo incluso al surrealismo que le había influenciado durante su paso por París), obviando siempre lo ornamental, lo prescindible.

Fue en ese periodo, también, donde emerge – en base a la influencia suiza – la cultura de las marcas e imagen. Esta permite a los diseñadores desvincularse de la publicidad y aportar a las campañas un lenguaje gráfico determinado. Este hecho dio pie a que se fuese abriendo paso la cultura de la imagen corporativa, de la imagen de marca, siendo Pla-Narbona también en este campo un pionero.

A mediados de los 70, fue decepcionado por la nueva cultura de masas y la sociedad de consumo emergente fruto del desarrollismo. También por la trivialización del arte aplicado en los medios de comunicación desapareció para dedicarse al dibujo, el grabado, la escultura y la pintura al óleo… Todo ello en un momento en el que ya se intuía en el horizonte lo que posteriormente sería el gran boom del diseño catalán y español al que decidió no esperar.

Josep Pla Narbona gustaba de decir que su obra era difícil de catalogar. En realidad se equivocaba, se puede etiquetar de manera sencilla como una obra total. En ese aspecto se puede decir que fue moderno y pionero. Precursor en el sentido de su perfil extraño para la época. Es el prototipo habitual del diseñador multitarea que la industria demanda en la actualidad. Para cuyo desempeño requiere de un gran dominio de la técnica y de la máxima pluridisciplinariedad.

Visionario. Tendente al 3D 30 años antes de que dicha técnica existiese (lo suplía mediante esculturas y fotografía). Precursor 50 años antes de la tendencia de diseño Links (ver imagen publicitaria del antiinflamatorio INDOLGINA).

Autor de muchas obras, alguna de ellas parte de la colección del MOMA de Nueva York). También del genial cartel realizado para un concurso de la Semana Santa de Sevilla. En él, una procesión de múltiples «aes», «emes» y «enes», extraídas precisamente de ese texto ‘SEMANA SANTA’ simulan ser los capirotes de unos penitentes que portan una cruz. Es en realidad la «T» de «SANTA» (nunca ganó el concurso).

En mi infancia sentí una gran fascinación intuitiva por el envoltorio de los fármacos. Eran los años sesenta del siglo pasado, mucho antes de saber lo que era el packaging, el diseño, o la Escuela Suiza. El uso de la forma gráfica, la tipografía rotunda de palo seco, las visualmente atractivos esquemas de color, la composición funcional ordenada… No supe hasta mucho tiempo después que esos envoltorios magnéticos para la vista habían sido obra suya.

 

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En 2004, como miembro del Jurado de los Premios Nacionales de Diseño, me enteré con sorpresa de que Pla-Narbona era uno de los candidatos al premio. Esta sorpresa era común al resto del Jurado. El comentario fue unánime ¿Como puede ser posible que aún no lo tenga?

Las deliberaciones de un tribunal son secretas, pero creo que queda evidenciado en el acta del jurado la intención de reparar una injusticia latente para con quien fue uno de los pioneros y uno de los maestros del diseño español. Sin por ello cometer otra: la de no premiar a los mejores diseñadores contemporáneo. Se decidió premiar así, exaequo, a Pla-Narbona y a Juan Gatti, (también en la categoría empresa a Metalarte).

Tuve el honor de conocer personalmente al señor Pla-Narbona con motivo de la entrega del Premio, en abril del 2005. Fue en Casa Llotja de Mar, la antigua Escuela de Artes y Oficios, hoy sede de la Cámara de Comercio y la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi. Tenía 76 años y su mirada inteligente, un poco abrumada, parecía mostrar sorpresa por tanto revuelo. Miembros de la Casa Real, ministros, consellers de la Generalitat, medios de comunicación… era la de alguien lúcido, quizás escéptico. Seguramente habíamos llegado ya demasiado tarde.

Pla-Narbona fue uno de nuestros Mad Men. Miembro de una generación de creadores y comunicadores enormemente modernos y cabales. Una generación irrepetible que desde finales de los cincuenta comenzó a inyectar una modernidad esquiva desde hacía mucho tiempo con nuestro país. Que iluminó las calles de nuestras ciudades. Revistas, productos, hogares, y de paso nuestra propia memoria colectiva actual con una luz nueva. La luz que iluminó los propios pasos profesionales de los que venimos después.

Me gustaría creer que la obtención de este premio le resultó reconfortante. Tal día como hoy, ante el conocimiento de su pérdida, me alegro de haber colaborado a evitar la injusticia de que no hubiese sido así. Sit tibi terra levis, pionero, compañero, mestre Pla-Narbona.

 

Antonio Alonso, profesor de Dirección de Arte y Comunicación Publicitaria en U-tad. Miembro del Jurado Premio Nacional de Diseño 2004

 

  • Las imágenes utilizadas en este artículo pertenecen al libro conmemorativo de los Premios Nacionales de Diseño 2004. Editado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en colaboración con la Fundación Barcelona Centre de Disseny (BcD) en 2005.

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