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Vía Láctea
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Pero… ¿dónde están todos?

Desde U-tad te traemos hoy un post diferente, una historia curiosa acerca de los primeros estudios de vida extraterrestre que implica a la bomba atómica, físicos que se reúnen para comer y un cálculo de gran relevancia científica. ¿Te quedas para saber más?

Antecedentes

Enrico Fermi (1901-1954) fue un físico italo-estadounidense conocido por el desarrollo del primer reactor nuclear. Fermi comenzó a interesarse por la física a los 14 años, tras leer Elementorum physicae mathematicae, un texto que cubría todo el saber de la época en matemáticas, mecánica clásica, astronomía, óptica y acústica.

A los 17 años ingresó en la Scuola Normale Superiore de Pisa, donde estudió Física. En 1920 fue admitido en el departamento de Física de la universidad. Más tarde, en enero de 1939, se mudó a Estados Unidos tras impartir clases en diferentes universidades italianas.

Una vez en Estados Unidos Fermi formó parte del Proyecto Manhattan, un proyecto de investigación y desarrollo llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial que produjo las primeras armas nucleares. Allí trabajó junto a otros grandes científicos, tal y como Robert Oppenheimer, Edward Teller, Hans Bethe, Richard Feynman o John von Neuman.

En 1944 Fermi se unió al Laboratorio Nacional de Los Álamos, un complejo ubicado en Nuevo México donde trabajaron durante jornadas de diez, doce y hasta catorce horas para conseguir crear una bomba atómica antes de que lo hicieran los alemanes. Finalmente, lo consiguieron, y el 16 de julio de 1945 explotó la primera bomba atómica de la historia, Trinity, en el desierto de Jornada del Muerto, en Nuevo México.

¿Existe la vida extraterrestre?

Tras el fin de la segunda Guerra Mundial, Fermi se convirtió en profesor de la Universidad de Chicago, aunque continuó visitando constantemente Los Álamos para colaborar con Teller en el diseño de la bomba de fusión de hidrógeno. Allí, ambos solían almorzar junto a otros científicos con los que discutían sobre diferentes temas de actualidad. Fue en una de estas comidas, en el verano de 1950, cuando surgió la conversación de los platillos volantes y la vida extraterrestre, y también cuando Fermi hizo la pregunta que quedaría para la posteridad: “Pero ¿dónde están todos?”. Esta hacía referencia al lugar donde se encontraban esas otras vidas que probablemente existían en la galaxia, todavía desconocidas.

El cálculo de las civilizaciones

La pregunta de Fermi permaneció en el aire durante varios años, hasta que en 1960 el astrónomo Frank Drake se propuso darle respuesta. Para ello, planeó la primera observación SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre, por sus siglas en inglés) y organizó la primera conferencia sobre vida extraterrestre inteligente, en la que participaron 10 ponentes, entre los que se encontraba el astrónomo, astrofísico, cosmólogo, astrobiólogo, escritor y divulgador científico Carl Sagan.

Durante los preparativos de la reunión, Drake escribió la ecuación que permitió estimar teóricamente el número de civilizaciones tecnológicamente avanzadas en la galaxia. En 1962, Carl Sagan publicó un artículo que recogía dicha fórmula, basada en las siguientes variables:

  • La velocidad a la que se producen nuevas estrellas.
  • La fracción de estrellas con planetas.
  • El número de planetas en cada estrella con condiciones para la vida.
  • Fracción de esos planetas donde la vida se desarrolla.
  • Fracción de estos con vida inteligente y capacidad de manipular herramientas.
  • Fracción de que estas civilizaciones desarrollen tecnologías avanzadas.
  • Vida media de estas civilizaciones.

Con este cálculo se llegó a la conclusión (con estimaciones optimistas) de que existen alrededor de 1 millón de civilizaciones avanzadas en la galaxia. Sin embargo, teniendo en cuenta el diámetro de la Vía Láctea (una galaxia espiral con un diámetro de 100.000 años-luz), la distancia que habría entre una civilización y la siguiente sería de más de 60.000 años-luz. Esto explica por qué nunca se han encontrado evidencias sólidas de vida más allá del planeta Tierra.

 

¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Crees que algún día recibiremos la visita de extraterrestres? Si te interesa la física y te gustaría formar parte de investigaciones y proyectos tan curiosos como estos, no dudes en consultar nuestro Doble Grado en Física Computacional e Ingeniería del Software. Trasládanos todas tus dudas y las resolveremos sin compromiso.

 

Fuente:

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (2018). Ciencia y Ciencia Ficción. PUCV Abierta.

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