Este alumno del Grado en Ingeniería de Desarrollo de Contenidos Digitales ha creado una app y un sensor para medir el rendimiento de los usuarios que practican este deporte
Estamos en la era de cuantificar todo. A lo largo y ancho del mundo se multiplican las ventas de brazaletes, pulseras de actividad y relojes inteligentes repletos de sensores capaces de medir nuestra frecuencia cardíaca, nuestros pasos, los kilómetros que corremos, los pisos que escalamos o las brazadas que damos en la piscina. En total, el pasado año se vendieron más de 75 millones de ‘wearables’, una cifra que confirma que estos dispositivos tienen un hueco importante en el mercado.
Si medimos la manera que tenemos de correr, por qué no medir la manera que tenemos de esquiar. Eso es lo que debió pensar Enrique Acedo, de la primera promoción del Grado en Ingeniería de Desarrollo de Contenidos Digitales, cuando tuvo la idea de su trabajo de fin de Grado, que presentó el pasado mes, obteniendo la máxima calificación posible. ‘Arctic’ -así es como se llama el proyecto de Acedo- es una combinación de aplicación de móvil y un sensor que permite estudiar el rendimiento del usuario al esquiar.
“Lo que pretendemos es obtener unos datos muy precisos”, cuenta este alumno de U-tad, que remarca en esta entrevista la necesidad de hacerlo “de una manera cómoda e invisible para el esquiador”.
‘Arctic’ -así es como se llama el proyecto de Acedo- es una combinación de aplicación de móvil y un sensor que permite estudiar el rendimiento del usuario al esquiar. “Lo que pretendemos es obtener unos datos muy precisos”, cuenta este alumno de U-tad, que remarca en esta entrevista la necesidad de hacerlo “de una manera cómoda e invisible para el esquiador”.
El prototipo que ha desarrollado -que cuenta con un chip de Arduino en su interior- es capaz de recoger datos como velocidad, inclinación, la posición de los esquís, la altitud o la rotación, entre otros. El sistema los conjuga para ofrecer gráficas y puntuación de la bajada. Acedo pretende seguir trabajar en ‘Arctic‘ y acondicionarla a deportes como el skate o el surf. Aunque no es una preferencia a día de hoy, no descarta comercializar su proyecto. Durante la elaboración del TFG, en Indiegogo una idea parecida recaudó la friolera de 200.000 dólares a golpe de crowdfunding.
