Daniel Wikström tiene 25 años, estudió el Grado en Ingeniería del Software de U-tad, y lleva ya dos años trabajando en el equipo de realidades extendidas de Accenture (en Madrid). Reconoce estar contento con el trabajo que realiza, así como sus ganas de estudiar un máster fuera de España. “U-tad, además de la formación curricular, me dio la oportunidad de hacer proyectos con los que aprendí a utilizar programas y tecnología que estoy usando actualmente en el trabajo. Desde el día uno que entré a trabajar pude, no solo seguir el ritmo de mis compañeros, sino además aportar nuevos conocimientos”, nos explica.
Hemos hablado con él sobre su paso por U-tad y sobre todo lo que le ha aportado. ¡Dentro entrevista!
¿Cómo está siendo tu experiencia en Accenture con las realidades extendidas?
Muy buena. Somos un equipo pequeño dentro de la empresa, y nos alejamos mucho de lo que es el trabajo de consultoría. La mayoría de mis compañeros tienen un perfil parecido al mío, y hay un ambiente de trabajo muy bueno. El cambio de ir a la oficina a trabajar desde casa por la pandemia nos pilló preparados, porque estábamos teletrabajando uno o dos días semanales desde antes.
¿En qué tipo de proyectos estás involucrado?
Yo me dedico a la parte de programación. Empleo sobre todo Unity y, para algún proyecto en concreto, Unreal. Los proyectos que hacemos, sin meterme demasiado en detalle – ya que no puedo -, son muy variados. Desde formaciones en VR para trabajadores (de fábricas, laboratorios, o incluso para hostelería), a visualizadores/configuradores para marcas de coches, tanto en VR/AR, y, ahora, en web.
Ahora que conoces de cerca el mundo de las realidades extendidas, ¿qué has aprendido nuevo sobre ellas?
Con la salida de las Quest, y su continuación con las Quest 2, se ve que la tecnología debe evolucionar en esa dirección. Los clientes ya no quieren tener un PC potente y cables conectados para usar las gafas. Incluso están dispuestos a reducir la calidad gráfica de las experiencias para poder tenerlo funcionando en las Quest. En cuanto a la Realidad Mixta, los dispositivos como las Magic Leap o las Hololens 2 dejan mucho que desear. Parece que, de momento, es una tecnología un poco estancada, en lo que se refiere a headsets de Realidad Mixta.
Sin embargo, los móviles de media y alta gama dan unos resultados increíbles en cuanto a experiencias de Realidad Aumentada/Mixta, y acerca la tecnología mucho más a los usuarios de a pie, que no tienen por casa unas gafas de 2.000€ de Realidad Mixta. Sobre todo, si he aprendido algo, es que solo hemos visto la punta del iceberg de la Realidad Mixta, y en los próximos años se irá convirtiendo en algo mucho más mainstream.
¿Hacia dónde crees que se dirige este sector?
La Realidad Aumentada se dirige hacia lo portátil/móvil. Las gafas van a tener que reducir mucho su tamaño (y precio), cosa que harán para acercarse más a los usuarios. Por otro lado, en mi opinión, la Realidad Virtual creo que es una tecnología que va a estar más relacionada con el entretenimiento (videojuegos, cine, chats social), que con el mundo empresarial.
¿Si echas la vista atrás, estás donde te propusiste al iniciar la carrera?
Si y no. Cuando fui a conocer la universidad por primera vez también probé por primera vez unas gafas de Realidad Virtual. Eran unas Oculus DK1, el primer prototipo, y probé la famosa experiencia de la montaña rusa, (se le veían los pixeles y todo). Flipé. Desde ese día supe que en el futuro iba a querer trabajar haciendo experiencias para Realidad Virtual, y realmente, es lo que estoy haciendo. Pero hay un pero: y es que no estoy haciendo videojuegos, sino experiencias para empresas.
¿Dónde te gustaría verte en el futuro?
Quiero trabajar en un estudio de videojuegos, preferiblemente en uno grande. Pero mi objetivo final es formar un estudio aquí en España, cuando tenga suficiente conocimiento de cómo funciona la industria del videojuego.
¿Qué consejo le darías a quienes estén decidiendo estudiar lo mismo que has estudiado tú?
¡Vete de Erasmus! A nivel estudiantil podría aconsejar mil cosas, pero al final son cosas que se descubren por cuenta propia. Pero si ahora mismo pudiera hablar con mi yo de segundo o tercero de carrera, le diría que rellenase el papel para irse de Erasmus, y que no se preocupara tanto por las convalidaciones. Yo al final no lo hice, y me arrepiento. Es una de las grandes razones por las que me voy a estudiar un máster fuera en septiembre.