El próximo 12 de febrero tiene lugar la gala de los Premios Goya. Entre los cuatro cortos nominados a Mejor Corto de Animación está Umbrellas, una producción en la que ha trabajado Alicia Cánovas como coautora de la idea original y coguionista. Alicia, murciana de 32 años, es profesora de Escultura en el Grado en Animación de U-tad, y de Fundamentos del Volumen en nuestro Experto en Diseño de Personajes. ¡Estamos muy felices de esta nominación y deseamos que ella y el resto del equipo tengan muchísima suerte! ¡Enhorabuena, también, por las más de 100 nominaciones a nivel nacional e internacional que ya han conseguido”.
En este cortometraje, pensado como primera idea alrededor de 2012 y materializado entre 2019 y 2020, también han trabajado José Prats, como director, y Álvaro Robles, como codirector, así como Ramón Alós, como productor. “Estamos muy contentos. No esperábamos estar entre los finalistas. Ha sido una gran sorpresa” , explica Cánovas.
“José Prats y yo estudiamos Bellas Artes y cuando terminamos nuestra formación teníamos muchas ganas de desarrollar un proyecto juntos. Una de nuestras ideas era Umbrellas”. Surgió de una ilustración que hizo Prats y en la que podía verse a un padre con un paraguas. “Pensamos que estaría bien que el padre no tuviera paraguas, si no que tuviera una barba tan grande que pareciera un paraguas y con la que protegiera a su hija”. Así desarrollaron un mundo en el que nunca deja de llover. “Lo llamamos Umbrellas, en inglés, para que se entendiera que en la historia hay varios paraguas, en plural”.
Umbrellas se desarrolla en Triport, un pueblo donde nunca deja de llover. En Umbrellas a los bebés (humanos y no humanos) no les trae la cigüeña, sino que vienen en cestas llevadas por paraguas que sirven de protección. “Por accidente, el paraguas de Kyn, la niña protagonista, viene con una raja en la tela. No está protegida y se empieza a mojar”.
En la historia los creadores quisieron jugar con el color visual. “Como la niña no está protegida le cubre un aura negra y la escena se desatura. Además, como el paraguas está roto, la niña tiene un nacimiento un tanto traumático”, explica Cánovas. Cuando la bebé aterriza, Din, el padre la recoge. En ese momento su barba aún es corta, pero la niña le agarra la barba y aparece un aura de color. “Ahí vuelve a saturarse la imagen, porque la niña siente la protección detrás del padre”. Así empieza el corto de Umbrellas y en la siguiente secuencia, la niña tiene seis años y su padre aparece ya con una barba enorme. “Se ha dejado crecer la barba durante todos estos años para proteger a su hija de la lluvia”.
La historia habla de la madurez, de cómo salir de la zona de confort. “Cuando los niños son pequeños los padres los aconsejan y protegen. ¿Cuándo se produce el momento de madurar? Es lo que queríamos contar. En este caso, más bien, es la niña la que le da una lección al padre y madura por sí misma. Llega un punto en que el padre incluso decide arreglar el paraguas para que la niña aprenda a usarlo. Se da cuenta de que no puede protegerla siempre con su barba”, explica Cánovas. El corto está pensado para un público adulto.
Alicia Cánovas se define a sí misma como ‘artesana’. Trabaja con las manos, y es responsable de la creación de personajes físicos que se utilizan para producciones de stop motion. Estudió Bellas Artes y ha sido la primera española en trabajar en Mackinnon & Saunders, una de las principales compañías de producciones en stop motion de Europa. En pocas semanas comenzará a trabajar en Aardman Animations, otra de las empresas relevantes del continente, utilizando la técnica más tradicional de animación. Cánovas ha participado recientemente en la película Isla de perros, de Wes Anderson; en la última de Pinocho, de Guillermo del Toro; y en The House, de Netflix.