Entrevista a David Míguez, SetUp & Rigging Supervisor en Ilion Animation Studios y Director de Máster profesional en animación 3D de personajes
1. ¿Qué hace especial al al Máster de Animación 3D de personajes de U-tad?
La premisa sobre la que nace el máster es la de formar animadores. Todo gira en torno al arte de dotar de alma, de transmitir sentimientos a través de la animación. No es un máster al uso donde se enseñan todas las herramientas de un software 3D. El máster de animación de U-tad se centra exclusivamente en la disciplina de animar personajes basándonos en 3 pilares básicos: plan de estudios, claustro docente y proyecto final. De las 16 asignaturas, el 90% son de animación y el 10% restante son asignaturas transversales que tratan sobre aspectos complementarios de la animación. Los profesores son profesionales en activo que están animando en las mejores producciones europeas y el proyecto final, algo de lo que estamos muy orgullosos, es un cortometraje donde los alumnos se dedican a animar los planos que se les han asignado, exactamente igual que en una producción real, siendo dirigidos por un director de animación y siguiendo las pautas y los procesos de un departamento de animación.
2. ¿Qué destrezas, además de las técnicas, desarrolla el alumno del Máster?
Observación, lenguaje corporal, método, movimiento, acting, sentimientos, mecánicas del cuerpo… Un animador ha de recurrir a todos estos elementos para transmitir y comunicar con su animación. La tecnología, en animación, no es más que una herramienta para conseguir el objetivo final. A lo largo del máster, y a medida que el alumno va dominando la herramienta, se va profundizando en todas estas disciplinas. Clases de teatro, talleres de competencias y habilidades… todo está enfocado para que el alumno tenga a su alcance todo lo necesario para conseguir una gran actuación con su trabajo de animación.
Por otro lado, estamos formando animadores profesionales, por lo que es vital introducir desde el principio los métodos, fases y disciplinas reales de una producción. Un animador es parte de un engranaje mucho más grande dentro de un estudio de animación y en el máster, no sólo pretendemos enseñar a animar, sino que queremos formar animadores para las grandes producciones de los estudios más importantes, donde los procesos y el pipeline es parte esencial del día a día de un animador.
3. ¿De qué manera conecta este Máster al alumno con el mundo empresarial al que se enfrentará una vez finalice su formación?
El máster está totalmente orientado al mundo laboral. Frente a otro tipo de industrias dentro del mundo del 3D, la producción de largometrajes de animación es una industria hiperespecializada. Cada departamento tiene una tarea muy concreta dentro del gran mecanismo de producción. En el máster nos centramos exclusivamente en todo lo que tiene que ver con el departamento de animación, con las tareas, responsabilidades y disciplinas que conlleva ser parte de dicho departamento, de esta forma, nos aseguramos de que el alumno se forme en lo que un director de animación busca en un candidato. El plan de estudios está creado a partir de las necesidades reales de un estudio de animación; el equipo docente son profesionales en activo que enseñan lo que aplican día a día en su trabajo, las instalaciones poseen el mismo equipamiento que nos podemos encontrar en cualquier empresa y, por supuesto, en el proyecto final el alumno se enfrenta exactamente a los mismos retos, metodologías, sistemas de reviews y dirección que cualquier profesional en activo. Todo está pensado para que, al salir del máster el alumno esté perfectamente capacitado para empezar a trabajar en cualquier producción.
4. ¿Cómo se integra el trabajo del animador de personajes dentro de un equipo de desarrollo de un largometraje? ¿Con qué departamentos es necesario estar en contacto?
Dentro de un estudio de animación trabaja un equipo humano enorme, formado en un gran número de disciplinas, algunas muy similares y otras totalmente diferentes. Hay dos grandes áreas, la artística y la técnica, que hacen posible la creación de los mundos y personajes que vemos en pantalla. Y aunque el equipo humano se agrupa en diferentes departamentos que responden a diferentes partes del pipeline de producción, no son compartimentos estancos, sino que están en continua comunicación entre ellos.
Uno de estos departamentos es el departamento de animación que, junto al de iluminación, suele ser los más grandes dentro de un estudio. Los animadores son los que dotan de vida a los personajes, los que “actúan” en la película. Pero para poder trabajar en cada plano es necesario que previamente se hayan diseñado y modelado tanto los personajes como los escenarios, y dichos personajes se hayan preparado para animar, es decir, se haya creado el rig para poder mover cada parte del personaje. Y aunque un animador anima, está en constante comunicación con el resto del equipo para que todo funcione de la mejor manera posible. Esta dinámica se sigue tanto en el proceso de preproducción, una de las fases más bonitas e enriquecedoras del proceso, como en la propia producción, donde cada día todos los departamentos se enfrentan a retos para crear el mejor frame posible.
Y, al igual que un animador recibe el trabajo de otros departamentos, también entrega su trabajo para que el proceso continúe. Las diferentes capas de simulación, telas, pelo… trabajan sobre la animación previa de los animadores.
En definitiva, todo está conectado, el trabajo de un departamento lo recibe otro y así sucesivamente hasta que se renderiza cada plano.
5. Películas como la última entrega de Mortadelo y Filemón, en la que precisamente participaron alumnos de U-tad están poniendo el listón muy alto para la animación 3D española, ¿hacia dónde se encamina la industria de nuestro país en este ámbito?
La animación está disfrutando de una globalización sin igual. Hasta ahora hacía falta irse a EEUU para trabajar en las grandes superproducciones animadas, pero, desde hace unos años, en España tenemos la capacidad técnica y artística para abordar proyectos de las mismas características. Y, gracias al éxito y la calidad de películas como Planet 51, Tadeo Jones, Justin o Mortadelo y Filemón, los grandes estudios cinematográficos se están fijando en este gran trabajo y se logran acuerdos que permiten arrancar proyectos mucho más ambiciosos, lo que implica muchas más contrataciones, oportunidades y, lo más importante, consolidar una industria.