Pablo Vera trabaja en efectos digitales en Framestore – y se ha implicado recientemente en Watchmen – como compositor digital, después de haber pasado casi dos años haciéndolo en El Ranchito. De su experiencia en la empresa de efectos especiales española guarda muy buenos recuerdos, y se siente agradecido por todo lo aprendido en ella. A nivel profesional considera que es positivo salir de la zona de confort de cada uno, cambiar de aires… y en ese sentido, probar suerte en Londres, “que es como la lanzadera del mundo en efectos digitales”, dice, es algo que le apetecía mucho y que le venía rondando la cabeza desde que estudiaba.
Probó suerte cuando supo que iban a salir vacantes en Framestore, y ganó. Lo hizo con nerviosismo, emoción y el gusanillo de saber que era un paso bastante grande y un cambio significativo de estilo de vida, pero también algo que le apetecía hacer y que hoy agradece haber conseguido. Hemos hablado con él sobre su pasión por los VFX, su experiencia en U-tad y sus aspiraciones de futuro.
¿Cómo iniciaste tu experiencia en U-tad?
Yo estudié en 2016 – 2017 el Máster en Iluminación 3D y VFX de U-tad. Me animó ver piezas finalizadas de alumnos después de un año. Veía su resultado como un mundo aparte, un trabajo muy complejo y especializado, pero confiaba en que echándole horas de esfuerzo yo también podría llegar a conseguir un resultado similar. Era consciente de que no era fácil, pero si había alumnos con ese nivel confiaba en que yo también podría lograr algo decente.
Lo que más destacaría de mi experiencia en el máster es mi profesor de composición digital, Alberto Juárez, que se entregó día y noche a nosotros. Nos estuvo guiando y ayudando a dar los primeros pasos en Nuke, pero también estuvo apoyándonos con el proyecto de fin de máster. Recuerdo con mucho cariño su dedicación. También estoy contento por la proyección que se nos dio para mostrar nuestros proyectos cuando los terminamos. Los que nos entregamos al proyecto fin de máster estuvimos encerrados durante más de cuatro meses delante de los monitores, por lo que fue muy gratificante poder presentar nuestro trabajo ante empresas del sector. Algunas de ellas las tenía apuntadas en mi propia libreta de empresas que veía rotundamente inaccesible, como era El Ranchito. Haber cursado el máster en U-tad ha sido un factor clave para poder conseguir entrar en la Industria y empezar a formar una carrera profesional en efectos digitales.
¿De dónde te viene el interés por los VFX? ¿Era algo que querías desde siempre?
Ha sido una cuestión de ir evolucionando en gustos, pero sin duda el haber contado con estudios que diesen pie a la experimentación y a la curiosidad ha sido lo que me ha ido dibujando el camino. Comencé a estudiar comunicación audiovisual porque quería hacer vídeos y editar, me fascinaba el montaje. A raíz de la edición fui involucrándome poco a poco en proyectos que requerían un poco de postproducción, como eran cromas sencillos, sustitución de pantallas o duplicado de actores, entre otros. Y así fue como empecé a sentirme atraído por el mundo de los efectos digitales. Cuando empecé a ser consciente de que esta era la rama que más me divertía de todo el espectro audiovisual, empecé a dedicar mi tiempo a investigar sobre cómo forjar una carrera en los efectos digitales (¡o al menos saber si era posible!) y qué requisitos y desafíos podría encontrarme para ello. Tras haber investigado sobre el tema y valorar diferentes alternativas, llegué a la conclusión de cursar el máster en U-tad.
¿Alguien en tu entorno se dedica a este ámbito profesional?
Para nada… en la industria de efectos visuales o cine soy el único de entre mi familia y amigos cercanos que está haciendo algo así. En ese sentido no tenía ninguna referencia. El germen fue ir editando vídeos de deporte con una cámara vieja que tenía, por lo que a base de editarlos y de estudiar en la universidad encontré el cauce natural hacia los efectos visuales. Sabía que la parte que mejor se me daba era la de composición digital, y desde el inicio tuve la mentalidad de intentar especializarme en ese campo con el máster, ya que a pesar de ser un máster bastante específico plantea un abanico muy amplio de posibilidades. Yo mismo me sorprendía al contemplar esta variedad en la perspicacia de alguno de mis compañeros con el shading, quien ahora sencillamente la sigue elevando a un nivel meteórico mientras desarrolla su carrera en Ilion.
Yo por mi parte, tuve la suerte de haber tenido esto claro respecto a la composición en su día. Cuando dedicas tu energía y tus esfuerzos al mismo tipo de tareas o procesos es más fácil conseguir resultados. No importa la cantidad de días negros o errores que se vayan sucediendo; al final, de una manera y otra, la pasión y la dedicación siempre viene recompensada. Lo primordial es seguir remando e intentar no estancarse. Si al final resulta que estás remando para el lado equivocado, te resultará más fácil corregir el rumbo… ¡ya habrás calentado!
¿Qué proyecto destacarías de aquellos por los que has pasado?
Gracias al tiempo que estuve en El Ranchito he podido trabajar en proyectos muy chulos que antes suponían una aspiración fuera de alcance. Entre los proyectos que más destacaría está Juego de Tronos, el ser fan de la serie y tener la oportunidad de trabajar en algo que sabes que luego vas a disfrutar tanto tú como tu entorno, te inunda con una motivación especial que difícilmente se alcanza en otros proyectos… Juego de Tronos ha supuesto para mí un privilegio y una meta que, de la manera más honesta, te digo que no esperaba cumplir a tiempo… También disfruté mucho trabajando en John Wick 3, ¡A quién no le gusta poner a Keanu Reeves o Halle Berry metiendo tiros!
Por último, decir que le tengo un cariño especial tanto a la película de SuperLópez como a Titán, el superhéroe de El Vecino de Netflix. Ambos me trasladan con cierta ternura a mi etapa universitaria, durante la cual tuve la fortuna de participar junto con otros tantos compañeros – de lo más creativos e infatigables- en un proyecto acerca de un superhéroe con los poderes del Raccord (¡Raccordman, os animo a echarle un vistazo en Youtube!)
¿Quiénes son tus referentes en el sector?
La verdad es que cuando comencé el máster no tenía ni la más remota idea de lo extensa que es la red de profesionales que forman parte de la industria. Sabía que había habido exalumnos que estaban pasando por empresas importantes del sector, por lo que, como comentaba antes, guardaba esperanzas de poder llegar a hacer lo mismo en algún momento. En este sentido, recuerdo que el día de la presentación del trabajo de fin de Máster, mis compañeros y yo tuvimos ocasión de conocer a Adrián Pueyo, (ahora involucrado en el nuevo Máster Profesional en Composición Digital para VFX), y poco después, al que ahora considero uno de mis mejores amigos dentro del mundillo, Alex Rivas (también exalumno de U-tad y compositor en El Ranchito), quien me ayudó de manera totalmente altruista a dar mis primeros pasos en el rancho. En el momento de conocerlos ambos significaban para mí la materialización de unos goles profesionales que sin duda eran dignos de admirar (¡y por supuesto, ahora también!).
Algunos de mis objetivos eran salir de España, desarrollar una carrera, ir creciendo en el extranjero sin miedo, y no ponerme límites a las fuentes de las que beber profesionalmente. Y la verdad que está muy bien saber que hay gente que lo ha hecho y que no le está yendo para nada mal. Luego conoces mucha más gente trabajando, y es impresionante la cantidad de flujo y movimiento que hay de artistas solo en España que han pasado por países como Canadá, Australia, o Singapur incluso. Al final mis referentes son muchos, especialmente la gran mayoría del equipo con el que he compartido estos dos años en El Ranchito. Madre mía, no sabría hacerte una comparación a la altura sobre la cantidad de talento que ahi allí. Es gente inspiradora y que te alienta a no poner ningún tipo de límites a tu carrera y a pelear para conseguir hacer tu propio camino. Sin duda, el motor más explosivo para apuntar a los resultados en los que realmente crees es el estar rodeado de personas igual (¡o más!) luchadoras que compartan aspiraciones similares. De la actitud y decisión compartida, nace una competencia sana que te inunda de una energía capaz de impulsarte hasta donde te propongas.
¿Dónde te ves en el futuro?
Al venir a Londres he dado el salto a una empresa multinacional con muchos empleados y proyectos muy ambiciosos y grandes. Era algo que me despertaba mucha fascinación por conocer y que definitivamente quería saber qué podría ser capaz de sacar y aprender de una experiencia así. Ahora mismo estoy empezando – como quien dice- a acostumbrarme a la atmósfera y al flujo de trabajo en una empresa de tanto calibre. Hay muchísimo trabajo, sí, puede incluso resultar abrumador. Pero estoy alegre de haber tomado la decisión de venir aquí, y me gustaría seguir por este camino. Sin embargo, no me quiero cerrar las puertas a que más adelante pueda seguir cambiando de aires. Al final, intentar mantener el espíritu inconformista es lo que te lleva a situaciones y planteamientos que de otra manera sería más complicado conseguir. Personalmente, me considero una persona bastante inquieta, y lo bueno de esta industria es que te permite cambiar con cierta regularidad la localización de donde trabajas, y poder conocer otras ciudades, culturas y personas por la mera excusa de que tu sector te lo permite. Es algo que me parece una grandísima oportunidad para quien de verdad lo disfrute, por supuesto… Por el momento me gustaría seguir por ese camino, y aunque no descarto más adelante volver a España (¡las raíces siempre llaman!), por ahora quiero disfrutar aquí en Londres y centrarme en el presente.
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