Las nuevas gafas de realidad mixta de Apple, Vision Pro, ya han visto la luz. David Pinto, experto en RV y profesor del Máster Universitario en Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación de U-tad, nos explica qué diferencia a las Vision Pro de otras gafas, qué avances supone esta innovación y cómo cree que evolucionarán en el futuro. ¡Sigue leyendo para enterarte de todo!
¿Qué supone la salida al mercado de las Vision Pro?
Las Vision Pro son una apuesta clara de Apple por mejorar la interacción usuario-tecnología, pero la realidad es que en el mercado ya existen algunas gafas similares, como las HoloLens 2 o las Varjo XR-3. La diferencia entre ellas radica en que Apple las va a comercializar como un producto que cualquier persona puede comprar y utilizar en su vida diaria, mientras que las otras están prácticamente reservadas al entorno profesional.
Otro de los puntos fuertes de las Vision Pro es que llevarán integrados el sistema operativo visionOS, creado por Apple específicamente para ellas, lo que facilita la posibilidad de que muchas de las aplicaciones que ya existen en iOS puedan migrar a las gafas, facilitando su adopción.
¿Qué diferencia a las Vision Pro de otras gafas?
Las gafas de realidad mixta ya existían antes del lanzamiento de Vision Pro, pero las de Apple aportan un punto diferencial respecto a las otras. Vamos a compararlas con las HoloLens 2, las Varjo XR-3 y las Quest 3 para que comprendas mejor qué aporta cada una:
- HoloLens 2: indicadas para realidad aumentada. Son como unas gafas de sol, en cuanto a que permiten que el usuario vea el entorno real con sus propios ojos (es decir, no son cerradas), lo que proporciona una mejor y más cómoda interacción con el entorno. No sirven para crear entornos completamente inmersivos de realidad virtual.
- Varjo XR-3: para realidad virtual (entornos inmersivos). Son cerradas, por lo que, aunque tienen la capacidad de presentar al usuario lo que hay fuera gracias a sus cámaras, no proporcionan la misma experiencia que las transparentes.
- Quest 3: similares a las Varjo XR-3. Son cerradas e indicadas para la realidad virtual, aunque sus cámaras permiten “ver” el entorno exterior y experimentar la realidad aumentada.
- Vision Pro: estas gafas suponen un gran avance, ya que aunque son opacas, su passthrough es muy bueno, con una alta resolución. Esto hace que se pueda ver muy bien a través de ellas, lo que mejora significativamente la experiencia de realidad mixta, permitiendo ver el entorno como en las de realidad aumentada, pero también disfrutar de entornos inmersivos. Esto las convierte en unas gafas que el usuario puede llevar siempre puestas, lo que propicia su uso diario (al igual que actualmente todo el mundo lleva siempre el móvil en la mano).
Inconvenientes de las Vision Pro
La traba principal para que se extienda el uso de las Vision Pro es su precio, que ronda los 4.000 euros. Por esto, podemos vaticinar que su verdadero boom llegará cuando se lance una segunda versión de las mismas, esta vez más barata, como ocurrió con el Apple Watch o los AirPods.
Por otro lado, lo más probable es que no tenga problemas para venderse en el entorno profesional, ya que puede aplicarse en sectores muy diversos, como la medicina (en rehabilitación o cirugía, por ejemplo), ingeniería, arquitectura o diseño 3D, entre otros.
Futuro de las Vision Pro y la realidad mixta
Actualmente, la única forma de interactuar con la tecnología pasa por utilizar los dedos (en el caso de las táctiles) o un teclado y un ratón. Seguir innovando en el mundo de las gafas de realidad virtual, aumentada y mixta va a permitir que el usuario cada vez más empiece a interactuar a través de gestos, gracias al seguimiento de las manos o la mirada (eye tracking). Esto dará la oportunidad a desarrolladores y empresas de software de introducir funcionalidades extra a aplicaciones ya existentes.
La estrategia de Apple de orientar las Vision Pro a los usuarios de a pie y no a profesionales les va a permitir diferenciarse de la competencia, tener una cuota de mercado más grande y, por tanto, un beneficio mayor. Es por esta decisión que también va a contar con un sistema operativo muy similar a los que tienen el resto de sus productos: sencillos y aptos para cualquier tipo de usuario. Y es que, por ejemplo, las HoloLens 2 tienen una interfaz fácil de entender, pero cuenta con unos programas limitados y no dispone de una tienda de contenidos de la que poder descargar aplicaciones o juegos, sino que están pensadas para que el usuario (en este caso profesional) desarrolle sus propias aplicaciones y luego las instale.
Por todo esto, podemos afirmar que lo que realmente va a provocar un cambio de paradigma es que esta tecnología se abarate, evolucione y lleve a los usuarios a interaccionar con ella de forma diferente, pero a la vez similar a la que ya existe en los smartphones o las tablets, con posibilidad de descargar apps y juegos de forma intuitiva. En definitiva, poder hacer lo mismo que ahora, pero con unas gafas en vez de con otros dispositivos.
