Se llama Andrea García, ha estudiado Diseño Digital en U-tad y acaba de ganar el concurso de diseños de cajas delivery de la cadena Kilómetros de Pizza. Ahora su creatividad te acompañará hasta casa, hasta la oficina, o hasta donde decidas que quieres saborear tu próxima pizza kilométrica.
Andrea García explica a U-tad que desde siempre ha estado rodeada por un ambiente artístico: su madre es pintora al óleo y, tanto su hermana como ella, tocan instrumentos musicales desde pequeñas. Durante la etapa escolar y de secundaria lo que más disfrutaba y le hacía feliz eran las actividades y trabajos relacionados con alguna disciplina artística (como el dibujo, la fotografía, el cine o la música). Todo esto le hizo decidirse por el bachillerato de artes para, posteriormente, comenzar su carrera artística. Lo que más claro tenía era que quería que fuese algo que le enseñase y formase dentro del mundo del arte. “Debido a las ganas que tenía de saber de todo un poco, sin excepción, finalmente me decanté por estudiar Diseño Digital en U-tad”.
ALUMNA DEL MES
Ahora que has terminado tu carrera, ¿qué valoración puedes hacer de estos cuatro años estudiando Diseño Digital en U-tad?
Es un grado que me permitió conocer un abanico muy amplío de las ramas en las que se divide el arte digital, y que me ha dado los conocimientos y herramientas para, finalmente, considerarme una diseñadora digital junior. Estoy muy contenta con la formación que obtuve, porque ahora estoy capacitada para trabajar en disciplinas artísticas muy diferentes, algo que encuentro muy valioso y enriquecedor debido a que me permite ser muy creativa y versátil. Lo que he aprendido de una disciplina muchas veces me sirve también para trabajar en otra.
Ahora mismo, ya graduada, estoy de vuelta en Almería, descansando, dedicándome a todos los proyectos personales que se me han ido acumulando en los últimos años. Estoy haciendo algunos cursos para seguir formándome más específicamente en lo que más me ha gustado durante la carrera.
¿Por qué decidiste presentarte al concurso de Kilómetros de Pizza?
Decidí presentarme porque en las ediciones anteriores me había quedado con las ganas por falta de tiempo para preparar los diseños. Los concursos de este tipo son una oportunidad magnífica para explotar la creatividad, la imaginación, poner en práctica lo que ya sabemos, aprender aún más y ampliar porfolio. ¡Mil gracias a U-tad por darnos esta oportunidad!
¿Qué tuviste en cuenta para realizar el diseño de tu caja de pizza?
Creo que en este tipo de cosas puedes optar por tomártelo como algo súper artístico con lo que dar rienda suelta a tu imaginación, sin límites, desde el segundo cero, o como un proyecto real para un cliente final. Yo opté por lo segundo porque era lo que más me apetecía. En este caso, lo primero de todo siempre es entender bien el briefing, en caso de que haya, que esta vez solo señalaba el formato final en el que se utilizaría el diseño (una caja de pizza) y las medidas que debía tener el diseño para que fuese compatible con dicha caja. Lo segundo es estudiar y analizar la marca, saber y entender a qué tipo de mentalidad tengo que convencer y conquistar. Una vez sabemos bien a quién nos dirigimos, pensamos en qué puede gustarle según lo que acabamos de aprender de ellos.
Tras esto, nos focalizamos en nuestra competencia: ¿qué hacen los demás? Por otra parte, personalmente no me parecía para nada algo fácil porque intentar representar kilómetros de pizza gráficamente, con calidad y que funcione, puede resultar algo muy complejo.
Por esto fue por lo que descarté cualquier opción relacionada con el nombre y preferí decantarme por una idea que quizás también era evidente. Pensé que probablemente fuera la que menos gente elegiría y, por tanto, más opciones de ganar tendría. Era un concurso para ilustrar una caja de pizza: ¿quién iba a recibir esa caja? Una persona con ganas de comer pizza. Así pues, me focalicé en el momento en el que la persona que ha pedido la pizza a domicilio recibe la caja. Me pareció interesante centrarme en la conexión con el cliente desde el primer momento en el que recibe la pizza, así que comencé a dar vueltas en torno a esa idea.
¿Podrías explicarnos tu diseño?
El diseño consiste en cuatro escenas diferentes donde se visualizan posibles situaciones en las que podría apetecernos pedir pizza: en la oficina, en una fiesta con tus amigos, de relax viendo alguna serie, o en casa con tu familia y que simplemente no os apetezca cocinar otro día más. Considero que estas son situaciones bastante comunes con las que la gran mayoría podemos sentirnos identificados, y eso es lo que yo buscaba. Al recibir la pizza, puedes reparar en el diseño y verte reflejado en alguna de las situaciones ilustradas, y me pareció que podía ser divertido. Además, la composición y distribución de las escenas puede incitar a que gires la caja para verlas todas, llegando a entretener al cliente brevemente.
Por otra parte, en el centro de la composición aparece una pizza cuadrada, típica de Kilómetros de Pizza, que comparten todos los personajes. Así quise enfatizar en el hecho de que una pizza es algo que puedes tomar en cualquier sitio con cualquier compañía, seas quien seas. Además, la pizza representada es La Venta, propia de la cadena de restaurantes y ganadora del campeonato mundial de pizzas de 2008.
¿En qué te inspiraste para hacer el diseño?
En cuanto al estilo artístico me inspiré en la saga de videojuegos Overcooked, de Team 17, y Ghost Town Games. Son dos videojuegos con un montón de DLC que me encantan y están directamente relacionados con el mundo de la cocina, así que me pareció buena idea basarme un poco en su estilo de dibujo.
«Un diseño bueno es aquel que no necesita explicación»
¿Qué sientes al haber sido la ganadora de este concurso?
No me he presentado a muchos concursos hasta ahora, pero es el primero que gano, así que me siento inmensamente feliz. Me hizo mucha ilusión que el director creativo de la marca y los demás jueces consideraran que mi diseño merecía el primer premio. Comentaron que les parecía que reflejaba perfectamente la filosofía de compartir y disfrutar la pizza que ellos quieren transmitir. La verdad es que me encantó que mi diseño funcionase de esa manera y consiguiera transmitirles ese mensaje sin yo haber tenido la oportunidad de acompañarlo con una explicación. Al final creo que eso es lo que todos los diseñadores buscamos, pues un diseño bueno es aquel que no necesita ninguna explicación para ser entendido, sino que transmite y es transparente por sí mismo.
Ganar un concurso creo que siempre es un plus para poner en el currículum, porque denota iniciativa, proactividad y ganas de experimentar y enfrentarse a nuevos restos. Por otra parte, esto sirve para practicar lo que ya sabemos y aprender cosas nuevas, además de para ampliar porfolio en caso de que acabemos orgullosos del resultado.
¿Te esperabas ganar?
Era una opción, igual que lo era para todos los demás, pero para nada esperaba ganar con toda certeza. No conocía a los demás participantes ni sabía qué diseños habían presentado. Al ser de temática libre, tampoco era posible saber con seguridad bajo qué criterios evaluarían los jueces.
Yo me esforcé y le eché horas con la finalidad de ganar. Es como el que va a un examen con la intención de sacar un 10; tienes que habértelo preparado como para sacar un 10. Si no lo has hecho, no lo vas a sacar. Si no vas a por todas, muy probablemente habrá alguien que sí lo haya dado todo y sea ese el que gane. En cualquier caso, estoy segura de que todos los que hemos participado hemos aprendido, crecido, y mejorado con esta experiencia, pero, sobre todo, nos lo hemos pasado genial.
