¿Alguna vez te has planteado ser productor de cine de animación? Deberás ser una persona muy meticulosa, con capacidad organizativa, flexibilidad, don de gentes y que tenga todo bajo control. Un poquito de psicología con los demás también te será de gran ayuda. En esta publicación te damos algunas de las razones por las que merece la pena ser productor. ¡Toma nota!
El productor de cine de animación es el responsable de organizar todo el trabajo de un equipo, de llevar un proyecto a buen puerto. “Hace que una película se entregue, y con calidad, con la visión del director, en presupuesto. Se encarga de tener el equipo necesario y de conseguir la alineación perfecta de todo el equipo creativo”, explica Javier Hernáez, director del Máster en Dirección de Producción para Animación, VFX y Videojuegos de U-tad. De su trabajo depende que cada persona haga la tarea correcta, que nadie del equipo se quede parado, que todos enfoquen sus esfuerzos de manera eficiente. ¿Quieres más razones por las que convertirte en productor de cine? ¡Apunta!
- Primero porque hay muchísima demanda por parte de las empresas y muy pocos profesionales a los que recurrir. Una de las razones por las que en U-tad creamos el Máster de Producción es porque precisamente no había formación en esta materia. Explica Javier que cuando él o sus compañeros de profesión necesitaban contratar gente para los estudios en los que trabajaban, tenían que decantarse por personas que ya tuvieran muchísima experiencia, por gente autodidacta o candidatos con aparentemente bastante sentido común. “Les contratábamos y a muchos después teníamos que formarles”. Hoy las empresas vinculadas al cine de animación, videojuegos y VFX, siguen demandando gran cantidad de profesionales en este ámbito y aún hay pocos con las cualidades óptimas para trabajar en el sector.
- En una producción grande puede haber más de una veintena de personas en el equipo de producción (un buen porcentaje suelen ser mujeres). Respecto al alto número de personas de producción en un proyecto, explica Javier que es lo más recomendable. “No tener gente suficiente de producción te sale caro, porque gastas dinero haciendo trabajo que luego no acaba en pantalla o haciéndolo varias veces. Producción se asegura de que esto no pase”, explica este profesional. Al final, lograr que todo el mundo tenga la información que necesita y que hable con los compañeros correctos es una manera de maximizar beneficios. “No puedes tener a un artista, que lo que hace es dibujar bien, intentando averiguar que tiene que hacer o dónde está la información que ha dejado la directora. No puedes dejar que se desconcentre. Lo suyo es hacer arte. Lo nuestro es ayudarle”.
- Ser productor es muy satisfactorio porque tienes la sensación de que, si no fuera por ti, todo se caería o saldría mucho peor. Es una sensación real. Solucionas problemas, ayudas a gente que está bloqueada, desatascas procesos, ayudas al director a tomar decisiones, mejoras la película… “Para mí es muy gratificante llegar a una sala donde veo caras de auténtico bloqueo y tener la oportunidad de entender dónde estamos, cuáles son los pros y los contras, qué soluciones hay y qué opciones. Poner todo sobre la mesa y tomar A la gente le encanta, sobre todo a los artistas que son más caóticos. Es necesario tener un líder, alguien que te diga con seguridad hacia dónde tienes que ir. Te sientes muy realizado”. Más allá de esto, para que entiendas aún más su importancia especialmente en el sector de la animación, el productor suele ser el que recoge un galardón cuando una película o proyecto es premiado.
Ser productor de cine es aprender de áreas muy variadas
- Por otro lado, los productores están en contacto con profesionales muy diversos, que saben hacer de todo. Aprenden de ello y se convierten en su nexo. Interiorizan también las implicaciones de cómo se retroalimentan y crean sinergias. Si te conviertes en productor tendrás buen criterio sobre todo lo que se está haciendo. Podrás tener una visión global para saber cómo cada aspecto profesional puede afectar positiva o negativamente a otro. “Si no se lo digo yo, si no lo tengo en cuenta, nadie lo va a saber. Ni siquiera ellos. Es información que puede costar dinero y tiempo, además de ahorrar muchas frustraciones al resto de compañeros”.
- Trabajar en cine convierte al productor, también, en un profesional creativo. “Nosotros tomamos decisiones creativas, influimos en ellas, somos parte del proceso. Estamos haciendo arte, estamos haciendo una película que si no fuese por nosotros no saldría”. Otro punto favorable es que cada proyecto es diferente y un mismo proyecto cambia mucho desde que comienza hasta que termina. “Te relacionas con grandes artistas de los que aprendes muchísimo”. Cada vez que fichas a un profesional nuevo te aporta algo diferente, te sorprende. Te enfrentas a retos singulares y los tienes que afrontar con herramientas igual de singulares.
Javier asegura que este es un trabajo muy gratificante. El productor de cine guía a toda una tripulación hacia una meta común, marca el camino y lo lidera. Evidentemente, hay cualidades que se aprenden y se desarrollan, por eso es bueno formarse en cursos de liderazgo, manejo y gestión de equipos creativos además de aprender a tomar decisiones.
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