Se llama Noemy Rodríguez, tiene 34 años y en septiembre cursará su último año del Grado en Diseño Digital. Asegura que siempre ha sabido que quería estudiar esta carrera. “Sin duda. Todo lo relacionado con expresarme y comunicar a través de dibujos, imágenes e historias (escritas e ilustradas) es lo que más me gusta hacer desde pequeña”. Hemos conversado con ella para entender su pasión por el mundo del diseño, para saber cómo está siendo su experiencia en U-tad, y para comprender las aspiraciones de una de las alumnas más brillantes.
Trabajo realizado en clase por Noemy Rodríguez (alumna del Grado en Diseño Digital de U-tad)
¿Por qué elegiste U-tad para estudiar?
Una vez descubrí que existía una enseñanza debidamente reglada sobre diseño digital comparé los contenidos de la principales universidades de referencia en España, así como la percepción por parte de las empresas y medios sobre la calidad docente. Los resultados que obtuve de dicha investigación lograron inclinar la balanza para elegir U-tad.
¿Cómo te sientes estudiando con nosotros Diseño Digital?
La forma más directa y sencilla de resumir cómo me siento en U-tad es decir que ‘como si estuviera en casa’. El trato con los docentes y el personal administrativo es muy cercano, y no hay una gran burocracia a la hora de realizar trámites o solucionar cuestiones que puedan surgir. Hasta la fecha siempre me han atendido con una actitud muy amable y colaborativa, me han ayudado en cuanto he necesitado -escuchando tanto mis quejas, que como es lógico en determinados momentos puede haberlas, como mis felicitaciones-. Yo estudié una diplomara en Naturopatía y Homeopatía en la Universidad del Escorial, sin embargo, respecto a mi carrera profesional hasta antes de comenzar mis estudios en U-tad fui secretaria de dirección en empresas como Canon España y Siemens Healthcare.
Tenía la espinita clavada de no estar haciendo lo que de verdad me apasionaba. Pese a tener buen sueldo no me sentía realizada en mi trabajo. Dada mi educación pensaba que no podría lograr un buen sueldo y un trabajo estable con una carrera relacionada con el arte. Sin embargo, cuando descubrí los estudios reglados que me ofrecía esta universidad, me di cuenta de que sí podría lograr mi sueño y emplear mi vida en lo que de verdad me hace feliz. Afortunadamente es lo que esperaba. Y digo esto porque normalmente te venden de primeras las cosas muy bonitas, y después con casi todo te llevas alguna que otra decepción. En U-tad no me ha ocurrido. Me están ofreciendo todo lo que me prometieron al inscribirme, y algunas cosas más con las que no contaba. Gracias.
Pasamos buena parte de nuestra vida trabajando y, aunque trabajamos para vivir y no al revés, nuestra relación con la tarea que desempeñamos marca notablemente nuestras vidas. No hablo solo a nivel económico, sino sobre todo en cuanto a la satisfacción personal y sensación de bienestar. Para mí la universidad es una parte importante de mi vida, ya que es lo que me va a permitir lograr precisamente eso: un trabajo con el que me identifique y pueda expresarme y desarrollarme profesionalmente y como persona. La oportunidad que estoy teniendo al estudiar aquí me está permitiendo luchar por mis sueños.
¿Podrías contarnos cómo está siendo tu experiencia a nivel de estudio, profesores, modelo formativo…?
U-tad es un lugar donde se aprende el oficio de manera medible y reglada. Creo que es un acierto el hecho de que no hay una metodología estándar para todas las asignaturas, sino que en cada materia se adaptan las clases y los trabajos a lo que de verdad es útil para adquirir los conocimientos y competencias necesarios. En cuanto a los profesores, solo puedo decir que para mí son lo más valioso que me ofrece la universidad. El 99% de los profesores que he tenido en estos tres años me han demostrado que ofrecen mucho más de lo que se les puede requerir como docentes en cualquier centro educativo. Son muchos los argumentos que tengo en este sentido, pero tan solo diré que no se preocupan de dictar la clase de turno que les toca, sino de lograr que cada alumno aprenda los contenidos y sea capaz de aplicarlos a su propio estilo y necesidad.
¿Qué te gustaría conseguir estudiando Diseño Digital? (¿Tienes algún proyecto profesional en mente?)
Lo que de verdad quiero es un trabajo que me apasione. Despertarme cada mañana con sueño, como siempre, pero con la ilusión de saber que durante mi jornada voy a hacer cosas que me motivan. Lo que más me gusta de momento es el tema del 3D, concept art y copywriting, por lo que conseguir un trabajo en un estudio de animación estaría ahora mismo como una de mis aspiraciones más deseadas. Pero, claro, esto se relaciona con muchas cosas como, por ejemplo, con campañas de publicidad 360, etc., por lo que al final, en ocasiones, llego a la conclusión de que me gusta casi todo lo que se ve en la carrera.
¿Cómo crees que el diseño digital se puede aplicar en nuestro día a día?
El diseño digital está en todas partes, y cada día más. Prácticamente todo lo que miramos para hacer cualquier cosa son pantallas. Antes eran principalmente el móvil, la televisión o el ordenador, pero ahora son las máquinas, electrodomésticos, los coches, los carteles que hay en la calle… Pero no solo eso: hasta hace poco llamabas por teléfono para pedir cita al médico, ahora lo haces por internet. Ya no vamos prácticamente a las sucursales bancarias, hacemos gran parte de nuestras compras por internet, etc. Nuestra vida digital y analógica se está fusionando, y todo eso hay que diseñarlo para que sea intuitivo y agradable.
¿Cómo crees que contribuye el tipo de profesor que cada uno tenga en su periodo universitario? ¿es algo determinante?
Sin duda. Opino que un buen docente ha de tener dos características imprescindibles. Por un lado, amar la materia que imparte, porque cuando es así transmite pasión a los alumnos, lo que les ayuda a estar más motivados. Hace que las tareas y retos se afronten con más ganas. El otro requisito es igual de importante: debe saber enseñar, porque si no es así la asignatura puede terminar siendo muy frustrante para los alumnos.
Casi todos los profesores que he tenido hasta ahora en la carrera tienen de sobra estas dos características. Algunos de ellos se han convertido para mí en verdaderos maestros y referentes. Verdaderamente nos enseñan mucho más allá de lo que se puede ver reflejado en las guías docentes.
¿Por qué crees que el Grado en Diseño Digital puede formarte como una profesional completa en el mundo del diseño?
Tenemos asignaturas muy variadas que se relacionan y complementan unas con otras, lo cual nos permite generar un paradigma de conocimiento bastante amplio. Eso también nos aporta la visión de diseñadores digitales. Después cada uno de nosotros nos especializamos más en aquellas áreas que nos despiertan mayor interés, pero saber de todo lo demás nos permite llegar más lejos en aquello en lo que nos centramos. Además, gracias a este tipo de formación somos capaces de colaborar con otros profesionales teniendo una idea de cómo es su trabajo, lo cual nos ayuda a comunicarnos con ellos de manera efectiva y poder dar nuestras soluciones de diseño con una mayor coherencia y precisión desde el principio.
¿Qué te ha parecido la adaptación a clases online con motivo de la reciente situación de confinamiento?
Creo que ha sido impecable. Todo se adaptó muy rápido y no he notado ningún tipo de carencia en cuanto a la calidad de la enseñanza ni al seguimiento de los profesores.
¿Qué consejo le darías a alguien que va a comenzar a estudiar Diseño Digital el próximo curso?
Lo más importante es tener ganas de aprender y dejarse enseñar. Si de verdad es lo que les apasiona pueden estar seguros de que van a ser unos años de descubrimiento, de aprender a ver con otros ojos, a percibir y a entender las cosas más allá de las apariencias. Dada la gran importancia que tiene el diseño digital actualmente en nuestra sociedad van a ver que en cierto modo su vida cambia, pues todo cuando aprendan lo van a ver reflejado, no solo a nivel formativo sino también en su día a día.
Cuando alguien me pregunta esto suelo poner el ejemplo de las tribus indígenas donde los individuos en determinado momento tienen que enfrentarse a un viaje en base a la tradición de su comunidad, o realizar ciertas hazañas. Gracias a ello se descubren a sí mismos y entienden la relación que tienen con el entorno que les rodea. Dado que el diseño era lo que de verdad me apasionaba desde pequeña, en cierto modo la carrera me está ayudando a identificarme como individuo, pues estoy logrando tener las herramientas y habilidades para expresarme como deseo. Son unos años de esfuerzo, constancia y dedicación, pero que si de verdad se tienen ganas se perciben como las aventuras y hazañas de un viaje de aprendizaje sobre el mundo o materia que nos gusta.
¿Te gustaría comentar algo más?
Solo quiero hacer hincapié en la importancia de estudiar lo que a uno le apasiona, al menos lo que te mueve por dentro en el momento en que tomas la decisión. Si luego cambias de opinión no pasa nada. A veces evolucionamos en nuestra vida y nos damos cuenta de que lo que sentíamos o deseábamos en un determinado momento deja de tener sentido para nosotros. El problema o, mejor dicho, lo que no merece la pena, hacer es elegir – en este caso una carrera – porque nos tenemos que conformar, bien sea porque no se tiene nota de corte para otra o por cualquier otro problema.
Una carrera precisa esfuerzo, por lo que si no es lo que de verdad quieres será un esfuerzo mayor, que además caerá en saco roto, pues no llegarás a una meta que te haga feliz. Si de verdad quieres sentirte bien algún día tendrás, tarde o temprano, que emprender otro viaje. El diseño digital es algo impresionante más allá de las formas, el color y la composición: es una forma de ver la vida. También si estudias ingeniería o matemáticas ves la vida desde otra perspectiva. Por ello es importante que elijas las gafas con las que quieres mirar el mundo en adelante.
