¿Desde siempre te ha apasionado el mundo de la animación y quieres ser uno más de esta industria? ¿Te gustaría aprender a animar y no sabes por dónde empezar? En este artículo te damos algunos consejos que deberías tener en cuenta para afrontar un plano de animación. Lo hacemos de la mano de José Molina, profesor en las áreas de animación y videojuegos de U-tad, así como Lead de Rigging en el proyecto Spellbound de Skydance Madrid. Molina trabajó como Lead de Rigging en Alike, Mejor Cortometraje de Animación en los Premios Goya 2016.
“La suerte de la animación es que hasta con un papel y un lápiz puedes animar. Es algo barato, no necesitas un software concreto para hacerlo”, comienza explicando nuestro profesor José Molina. Teniendo esto en mente, nos da siete principios que son el “mínimo” para afrontar un plano con confianza. ¡Presta atención a sus recomendaciones!
Buscar Referencias (cuantas más mejor)
Pueden pedirte que, por ejemplo, hagas un plano donde un personaje esté triste, o un personaje que tenga que ir de un punto a otro. Para ello lo principal es buscar referencias en series de televisión, películas, anuncios y otros recursos que te transmitan esa información. Contar con esa referencia nos dará la base sobre la que trabajar. Después, algo positivo – si es posible – es mostrar a la dirección diferentes posibles referencias para saber cuál encaja más con lo que están buscando.
Grabarse y/o hacer un dibujo
Después del primer paso personalmente lo que más me gusta hacer es grabarme. Ver cómo haríamos el acting, en vivo. Si es una acción muy compleja obviamente no lo vamos a hacer, pero si es un acting de un diálogo, por ejemplo, o con el que haya que expresar felicidad o enfado, hay que grabarse y tenerlo como otra referencia más. Que esa referencia no sirva para rotoscopiarla, sino que sea un punto de apoyo, pero que no implique “clavarlo”, porque cuando lo haces exactamente igual se nota que no está pensado para ser animación 3D.
Empezar por las poses clave del plano
Cuanto más tiempo se invierta aquí, mejor va a ser el resultado final. Cuando empiezas a animar el plano tienes que ir pose a pose. Hay que tener la pose clave del personaje, aunque sea en mitad del plano. Si el personaje aparece en un momento con inclinación y tiene que mostrarse muy enfadado, hay que trabajar mucho esa pose, e ir después a la siguiente que más importancia tenga. Hay que tener en cuenta que, si tenemos una pose clave muy sólida, todo el plano va a empezar a funcionar. Merece la pena invertir tiempo en las poses que son clave. Cuanto más tiempo estés en ella más vas a ver la fuerza que tiene el personaje, y más fácil va a ser trabajar en el resto del plano.
Perfeccionar el blocking al máximo
Es necesario hacer varias iteraciones de blocking hasta que se lea casi perfectamente el plano antes de pasar a curvas. Una vez que ya tienes esas poses clave, una vez se lo has enseñado a dirección y ve que transmite lo que espera del personaje, se pasaría a hacer un blocking de todo el plano. Se tiene que ver entero, intentar dejar todo el plano en un blocking bastante avanzado porque ahí hay margen de cambios. Si empiezas a animar una parte del plano y la última la dejas sin apenas información, es difícil de leer para dirección. Por eso siempre es mejor tener poses claras, aunque sean pocas, pero muy buenas.
Después hay que hacer un pase que sea todo el plano en blocking. Haces un blocking plus o blocking superior o mejorado, para luego ir iterando hasta que tengas todo el blocking que a dirección le gusta y pasar a las curvas, que es cuando ya te lo pasas bien, porque has construido una base sólida y todo el plano está funcionando. Ya es simplemente perfeccionar hasta que te dejen. Lo normal suele ser que te dicen que te quedan X días de cuota, y en esos días perfeccionas. Seguramente querrías seguir dándole amor al plano, pero es difícil que te den más tiempo.
Pedir feedback en cada una de las fases
Cuanto más feedback recibas mejor va a ser el plano. Hay que pedirlo. Pedírselo a un compañero tuyo, a un supervisor o a dirección, siempre que veas que no estás seguro de estar yendo por el buen camino, incluso aunque lo estés, hay que pedirlo. Aunque duela mucho lo que te digan, el feedback es lo único que hace que mejores. Serán nuevos ojos que ven tu trabajo por primera vez y van a percibir claramente cosas que tú, después de haber estado tanto tiempo mirando la pantalla, no estás apreciando.
Tomárselo con mucha calma y disfrutar del proceso
Puede ser muy frustrante a veces, pero hay que pasárselo bien. Esto es muy importante porque llega un momento en que, si estás trabajando en una empresa en la que tienes una cuota concreta y debes hacer una entrega, el disfrute pasa a convertirse en presión. Siempre hay que intentar tener esa parte de tranquilidad y disfrutar del proceso. Si llega un momento en el que ves que no puedes o no avanzas, tu plano se lo das a otra persona que en ese momento esté más descansada, tú descansas un poco, y pasas a otro plano con energía. Siempre hay que tomárselo con calma y disfrutar del proceso.
Tomarse un descanso de vez en cuando
Cuando te tomas un descanso y vuelves al ordenador ves el plano de una manera diferente. Ha refrescado. Cuando ves el plano una y otra vez retienes la información y sin proponértelo te enfocas a un sitio concreto. Cuando te relajas, te despegas de la pantalla y vuelves, ves otras partes del plano de las que antes no estabas pendiente. Un truco que puede ser muy útil para la gente que está empezando y que no ve los fallos de manera sencilla es ‘flipear’ la imagen. Es igual que si estás haciendo un dibujo en Photoshop: lo flipeas y ves que una parte del personaje no se ve bien… porque al flipearlo cambian todas las proporciones, y como no estás acostumbrado a esa vista lo detectas mucho más rápido.
José Molina te recomienda ver este vídeo del animador Rafael Cano donde pueden entenderse visualmente los consejos que acabamos de ver. También puedes ver algunos de los trabajos de José Molina echando un vistazo a su Instagram (aquí).
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