La diseñadora e ilustradora Mar Martitegui empezó su carrera profesional trabajando para Springfield. Después pasó por Zara Kids y Brotes (de El Corte Inglés), donde fue directora creativa y diseñadora gráfica y textil. Después de una década en el universo de la moda decidió iniciar su carrera en solitario creando su propio estudio independiente. En U-tad tuvimos la oportunidad de disfrutar de una masterclass impartida por esta profesional donde aprendimos sobre ‘La creatividad y cómo crearse a uno mismo’. Nuestra alumna del Grado en Diseño Digital de U-tad, Gloria Maestre, le preguntó todas sus dudas como futura profesional del sector. Ahora nosotros hemos hablado con la artista para conocer de cerca su evolución en el sector.
¿En qué momento de tu vida decidiste dedicarte al mundo de la creatividad?
No fue una decisión, fue un camino. Empecé a dibujar historias cuando era muy pequeña, siempre estaba inventando y una cosa llevó a la otra. No paré de hacerlo en principio como hobby y, después, cuando llegó el momento de decidir qué quería ser ‘de mayor’, dedicarme a una carrera creativa fue algo que surgió solo.
Has dedicado la mayor parte de tu carrera al mundo de la moda, ¿era algo que te gustaba especialmente?
Empecé en la moda porque, al inicio de mi carrera, no sabía muy bien lo que eran las bellas artes. Me sonaban a algo aburrido, mientras que en ese momento el diseño de moda era algo muy nuevo y nadie se dedicaba a ello. Me llamaba la atención porque me gustaba mucho dibujar personas, hacerles la ropa, los detalles. Tampoco fue una decisión muy pensada, más bien impulsiva. Si tuviera que volver hacia atrás estudiaría otra cosa y me dedicaría a la ilustración o a las bellas artes.
¿Cómo es diseñar para ese sector?
Yo estudié diseño de moda. Esa carrera es muy bonita, muy creativa, te dedicas a hacer proyectos, te involucras, lo haces muy personal. En general me pasaba el día entero en mi escuela, que era muy completa. Cuando dejé la escuela y empecé a trabajar lo hice en el mundo de la empresa de moda y me rompí un poco porque no era lo que yo pensaba. Tiene unos tiempos y es muy rápida, aunque esto último no era algo difícil para mí porque yo siempre he trabajado rápido pero sí que es verdad que, en cuanto a la creatividad, te ves un poco obligado a adaptarte a un tipo de cliente.
Eso coarta un poco tus ideales y tus sueños, al fin y al cabo te dedicas a algo cerrado que tiene que hacer dinero y tú debes adaptarte. Está bien, es un trabajo en el que aprendes mucho y te haces efectivo, resolutivo, rápido, piensas por ti mismo y por el cliente. Ha sido una escuela maravillosa trabajar en Inditex, El Corte Inglés, Springfield… y me ha dado una base para ahora poder hacer cosas más creativas y más personales.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta un creativo cuando tiene que aplicar sus conocimientos al mundo de la moda?
Los principales retos son conocer muy bien al cliente al que te diriges, conocer la marca, cumplir los tiempos, estar muy puesto en la actualidad de la moda, en lo que viene, estar muy atento a la calle, a lo que la gente lleva. Al final hay una nube que trae algo nuevo, no nos damos cuenta pero está ahí y lo que hoy solo llevan unos pocos, mañana lo llevan muchos. Tienes que estar muy atento a las cosas que se están fraguando para sacarlas antes que nadie. No puedes dejar pasar nada ni pensar que algo por muy raro o especial que sea no se va a poner de moda.
¿Cómo nace la Mar martitegui diseñadora/ilustradora?
Mar Martitegui, como diseñadora, se forma, estudia y aprende a aplicar su creatividad a un producto determinado que, en este caso, es la ropa y los complementos. La Mar ilustradora nace cuando nace Mar Martitegui. Desde muy pequeña dibuja, dibuja, dibuja y sigue dibujando y, paralelamente a sus trabajos en el mundo de la moda, no deja de dibujar. También se forma. Es algo que le interesa y le ha dedicado muchas de sus vacaciones a estudiar temas de ilustración porque es algo que está dentro de ella y quiere que de aquí al futuro sea su medio de vida.
¿Qué es para ti la creatividad?
Para mí la creatividad es algo que está dentro de nosotros, que nadie puede condicionar, que tenemos que descubrir. Tenemos que viajar a nuestras vivencias, a las cosas que nos hacen únicos y que nos hacen encontrar el germen para poder crear y ser auténticos. La creatividad es algo puro que la gente sabe reconocer cuando sale muy de dentro.
¿Cómo gestionas esa creatividad?
A veces gestionarla es difícil porque no tienes tiempo para crear todas las cosas que tienes dentro de ti, en tu mundo, no las puedes sacar fuera por tiempo, porque hay obligaciones, porque hay trabajos que igual no son tan creativos ni es tu creatividad pura. Siempre hay que encontrar momentos para hacer proyectos personales aunque no te reporten dinero ni éxito profesional, sí es beneficioso a nivel personal. Nunca hay que dejar de hacerlo porque es lo que te mantiene vivo.
¿Cuáles son tus referentes en el sector?
Mis referentes no son del sector. Me inspiro en cosas que no tienen nada que ver con el mundo de la moda: en el cine, en la música, en los viajes que hago, en los paisajes que veo, las fotos que tomo, los libros que leo. No tengo referentes en moda porque me obsesiona mucho que lo que haga sea muy mío. No me gusta fijarme en otros diseñadores porque al final el ojo retiene y, sin darte cuenta, vas sacando cosas y no son tan tuyas. Evidentemente hay marcas que me gustan pero no sigo tampoco a ningún diseñador en concreto.
Tienes tu propio estudio, ¿cuánta experiencia y caídas se necesitan para llegar a ese punto?
Para tener un estudio propio principalmente lo que he hecho es ser paciente. He estado en muchas empresas de moda, cambiando de una a otra durante muchos años para conocer el mercado, tener una relación con clientes y proveedores y para sentirme confiada con mi trabajo. Cuando quieres conseguir algo es muy importante conocer el sector y ser trabajador y, una vez que tienes todo eso, necesitas mucha confianza en ti mismo y creer en lo que haces. Por supuesto, tienes que tener un plan, saber dónde vas y qué quieres conseguir. Luego el plan puede modificarse y acabas haciendo algo totalmente diferente, cosas que no te imaginarías, pero lo haces con cabeza y confianza.
¿De dónde sacas la inspiración?
Tengo mis referentes que me inspiran y me hacen querer ser como ellos. Es muy motivador saber que alguien ha podido hacer algo suyo de una manera muy personal y, por otra parte, cada uno tiene su mundo personal. Mi mundo personal es un poco oscuro, hay vampiros, hay seres, muchos animales, hay historias a veces un tanto melancólicas… también hay cowboys, un campo, un rancho americano y cosas que siempre me han gustado, que han ido creciendo dentro de mí y que inevitablemente aparecen cuando voy creando.
Mi proceso creativo nace muy de dentro. Luego evidentemente se va modificando si tengo que adaptarlo a un cliente concreto. Cuando tienes un estudio es muy importante saber que es algo muy tuyo y personal y mucha gente está buscando eso. Hay gente que quiere tu estilo pero de otra manera, te quiere a ti pero no entera. El mundo creativo siempre viene del mismo lugar pero bebe de diferentes sitios, de diferentes influencias, clientes y exigencias. Y así se va configurando el producto final.
¿Qué consejos darías a aquellos alumnos a los que les gusta el diseño visual pero no saben qué camino seguir?
Nunca sabes lo que quieres hacer porque tú mismo cambias, tienes que ir descubriéndolo. Les diría que si algo les gusta no dejen de hacerlo. El que juega al fútbol cuanto más entrena mejor juega, pues el que dibuja o crea algo, ya sea a través de un medio digital o manual, cuanto más lo hace mejor lo hace y mejor sabe lo que le gusta hacer. Trabajar es muy importante, así como tener experiencia, paciencia, probar diferentes sectores, estar un tiempo considerable en un proyecto y aprender. Y si ves que no te gusta no debes tener miedo de saltar a otro lugar. Con paciencia y constancia incluso los trabajos que nos gustan tienen una enseñanza porque nos muestra qué es lo que no nos gusta. Hay que dar una oportunidad a todo, no cerrarse pero tampoco dejar de luchar por lo que realmente nos gusta.
