Carolina Moreno tiene 23 años y hace uno que dio por finalizada su experiencia universitaria en U-tad, con el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales. A pesar de su juventud ya ha pasado por LEXTREND, como Digital Project Management en UX/UI y ha sido partner y cofundadora de la aplicación Echo Point. En la actualidad es Digital Project Manager (UX/UI) en Snau, una aplicación que ofrece servicios para perros y te conecta con profesionales de confianza: adiestradores, peluquerías, paseadores y cuidadores.
Moreno es una antigua alumna con mucha iniciativa y deseos de futuro. Confiesa que no se pierde los progresos de U-tad y que le gustaría volver a nuestras instalaciones para sentir de nuevo el ambiente universitario que le hizo formarse como profesional. Hablamos con ella para saber qué supuso su experiencia en nuestro centro universitario.
Cuéntanos, ¿cómo es tu vida después de U-tad?
Ahora mismo estoy dirigiendo el departamento de UX/UI en una empresa que se llama Snau, una startup que nació hace más o menos un año. El proyecto surgió de tres socios, cuando yo comencé a trabajar con ellos la idea no estaba terminada al 100 %, estaba en el aire, así que entré directamente en el proceso de creación, hemos ido construyéndolo poco a poco. Ya llevo seis meses implicándome en este proyecto y sacando adelante el negocio.
¿Cómo es tu día a día en Snau?
El trabajo que hago se dirige mucho al diseño, usabilidad y flujo de pantalla, a la experiencia de usuario y al diseño de interfaz de la web. Me dedico sobre todo a hacer la arquitectura de información, el flujo de pantallas, ver cómo se muestra esa información. Después de estos procesos realizamos test de usuarios de usabilidad para poder recibir un feedback real y saber cómo estamos mostrando esa web. Ahora mismo estamos en este punto. En definitiva: personalizamos mucho los procesos de compra y cómo se muestra la información para que esté adaptada totalmente a nuestro cliente y usuario. Y esa es la parte que me compete ahora a mí.
Un año después de terminar la carrera, ¿estás donde querías estar?
Por supuesto. De hecho el trabajo que hago está ahora mismo en auge. U-tad tiene mucha potencia en esta área, es una profesión de futuro y el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales la ha encaminado muy bien. A mí me facilitó todas las herramientas de trabajo que necesitaba, en todos los sentidos. Me dejó muchas vías abiertas para que pudiera elegir la que más me gustaba y se adaptara a mí. En la actualidad es imprescindible que cualquier empresa entienda y aplique el UX/UI y a mí, personalmente, es algo que me encanta, tiene una parte de diseño muy visual y otra que es más estructural y metódica. Además, te permite conocer al cliente, es la parte más humana. Estoy muy contenta de lo que estoy haciendo ahora mismo.
¿Qué has aprendido en estos seis meses?
Principalmente he aprendido a dirigir proyectos. Por norma general cuando entras en una empresa sueles estar en un nivel bajo, no te dan responsabilidad. Sin embargo, en mi caso fue diferente: gracias a todos los conocimientos que adquirí en U-tad y a las prácticas que hice, ahora en Snau estoy dirigiendo un equipo que nunca pensé en llegar a dirigir. Supone una responsabilidad y lo siento muy útil.
Por otro lado, he aprendido a crear una marca y exponerla a un cliente. A desenvolverme en un proyecto real, más de lo que esperaba. A gestionar tiempos, personas y proyectos. Todo esto es muy importante, lo aprendí en U-tad y ahora se ha hecho real. Muchas veces, cuando estás en la universidad, ves que tienes profesores muy buenos y te imaginas ser igual que ellos, tal vez, en un futuro poco próximo. Eso no siempre es así. Yo en pocos meses ya estoy donde quiero. Tengo claro que de esto hay trabajo. De hecho, a día de hoy no he enviado ningún currículum a empresas, me llaman ellas.
¿Por qué elegiste U-tad para estudiar el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales?
Escogí U-tad porque plantea un modelo de educación muy dinámico e innovador, algo que falta a día de hoy en muchas universidades. Además, te ofrece la parte de la práctica y combina una parte teórica muy bien implementada en la técnica. En el mundo del diseño, que es el que me gusta a mí, esto es importante, al igual que darle importancia a la tecnología y al mundo digital, sectores muy potentes por los que U-tad apuesta. Me dio la posibilidad de juntar las tres áreas, entender a un programador, entender cómo funciona un negocio, aprender a aplicar el diseño en el mismo… A día de hoy pocas universidades te ofrecen el ‘pack’ completo para que sepas cómo trabaja un equipo. Al final esa es la realidad de la empresa, entender todos los sectores para poder trabajar de la mejor forma posible.
¿Qué destacarías de tus cuatro años universitarios?
Destacaría a mis profesores. Antes de estudiar allí veía al profesor, no como un enemigo, pero sí como alguien que me obligaba a hacer algo. En U-tad son como compañeros y he aprendido mucho de ellos, son personas que ya trabajan en empresas, que te exponen la realidad y te hacen el aprendizaje más ameno. Incluso tras haber terminado la carrera me han seguido dando todas las facilidades posibles.
Aunque me quedo con todos, Óscar Bustos me ha ayudado muchísimo después de salir de la universidad. He seguido en contacto y he trabajado con él. Álvaro Díaz Palacio también fue un profesor clave para mí porque potenció mucho mi motivación para realizar proyectos artísticos. Era un profesor que realmente te veía un futuro, sabía al 100% lo que ibas a hacer, te conocía en todos los aspectos y te inducía mucho la abstracción de las ideas.
Dentro de U-tad intenté trabajar en equipos, enfoqué mi trabajo de fin de grado en el proyecto Cicerón (sobre realidad aumentada y autismo) y me encantó. Quiero resaltar la gran cantidad de clases prácticas que teníamos que entregar, que los profesores se quedaban hasta tarde con nosotros si lo necesitábamos, que nos daban una tutoría en cualquier momento, que utilizábamos tecnología innovadora…
¿Volverías a elegir la misma opción?
Por supuesto, nunca hubiese cambiado la experiencia. Elegiría de nuevo U-tad mil veces. Estoy encantada de lo que he aprendido aquí. Tenía clases pequeñas, lo que permite que los profesores te atiendan de manera más personalizada, que sepan tu nombre, que te sientas como una familia. La sensación que tenía es que llegaba a U-tad y me apetecía seguir quedándome allí. Tenía mis compañeros, mis profesores y la sensación de estar dentro como de una sociedad. Había competitividad sana para hacer las cosas mejor, algo que pasa en pocas universidades.
¿Cuál es tu sueño profesional de futuro?
De cara al futuro me gustaría ver que algo que yo he creado (que quizás sea una web o quizás sea un proceso de compra o una interfaz) funcione, que lo utilicen muchas personas. Quiero dirigir un proyecto artístico y tecnológico de UX/UI. A eso aspiro, estoy en proceso de conseguirlo y no creo que el sueño esté muy lejos. No obstante, ahora mismo dedico una media de diez horas al día en la startup en la que trabajo, estoy contenta y no quiero irme.
¿Qué consejo darías a quienes están estudiando ahora tu grado?
Yo les aconsejaría que en cuanto puedan, lo más pronto posible, se metan a hacer prácticas y proyectos. Creo que trabajar es una de las experiencias que más me han ayudado y en U-tad te mandan muchas ofertas de trabajo. Es verdad que la cantidad de trabajo que yo tenía a nivel académico era suficiente como para completar mi tiempo, pero me hubiera gustado implicarme en más iniciativas propias con otras áreas. Es algo que U-tad proponía y me faltó lanzarme. Creo que hubiera sido muy productivo y enriquecedor.
